Saturday, December 30, 2006

viaje a la blogosfera: CLARIN y los BLOGS lit latinoamericanos

Interesante articulo q aparecio hoy en Clarin. Me hizo pensar, tanto al leerlo, como al conversar con Andres Hax. Creo q quizas da para una columna. Aun no tengo nada claro respecto a los blogs. Seran literatura? No creo. Habran bloggers de primer nivel anonimos? Creo q si, pero seguiran siendo anonimos. Es bueno o malo q haya interactividad entre el autor y los lectores digital. Puede ser, pero a la larga creo q la verdadera interactividad, la que no es superada x nada, es la que ocurre cuando se lee un libro.

eso

30.12.2006 | Clarin.com | Revista Ñ


TEMA DE TAPA
Viaje a la blogosfera

Autobiografía con o sin hechos, ideas sueltas, diario privado en público, descargas emocionales, cuaderno de apuntes y de ficciones: esos son los blogs literarios, que el Usuario Anónimo, cual ubicuo personaje recorre, dejando comentarios aprobatorios, irónicos, duros o insultantes. Los escritores Fuguet, Roncagliolo, Link, Figueras y Yépez hablan aquí de su experiencia con este medio, movilizador y abierto, pero que no es aún un nuevo modo de hacer literatura.


Diego Erlan; Andrés hax


En estas impresiones sin nexo ni deseo de nexo, narro con indiferencia mi autobiografía sin hechos, mi historia sin vida. Son mis confesiones y si en ellas nada digo, es porque en ellas nada tengo que decir."


Esta sentencia podría ser el primer post de cualquier weblog que ronda perdido en las autopistas del ciberespacio. Y sin embargo pertenece al fragmento 12 de El Libro del Desasosiego, de Fernando Pessoa, escrito bajo el espíritu de su heterónimo, Bernardo Soares. Y es que un blog tiene ese aroma de autobiografía sin hechos, ideas sueltas posteadas una detrás de otra como un diario íntimo, como la bitácora de un viaje por las turbulentas aguas de la existencia. Pero de seguro, luego de ese post vendría el comentario (casi siempre inevitable) de algún "usuario anónimo" que insultaría o, sin más, escribiría: "ezquizofrénico". Porque esas son las relaciones que se establecen en comunidades como la de los blogs.



Mientras se apagan las últimas luces de 2006 comienza a instalarse la certeza de que éste fue el año en que los weblogs (o blogs, simplemente), esos sitios autogestionados por autores, de construcción sencilla (no requieren conocimientos de programación ni diseño web), formados por anotaciones organizadas en cronología inversa, se consolidaron como medios de comunicación, tribunas de ideas y arte, papeles de confesiones salvajes y cotidianeidades tan intrascendentes como entretenidas. Con el blog (para muchos autores, un vehículo democratizador de ideas), los anónimos (y no tanto) de Internet tuvieron la posibilidad (siempre relativa) de ser escuchados (leídos, debatidos, insultados una y otra vez) por un auditorio (potencial) de millones de personas y conforman así uno de los territorios virtuales más visibles de los llamados "medios sociales" o Web 2.0. Con la agitada velocidad de estos tiempos, los fenómenos nacen en silencio y cobran masiva notoriedad en el mismo momento en que ciertos profetas vaticinan su deceso. Así, en un estudio de la consultora Gartner, el boom de los blogs tendrá su apogeo en el primer semestre de 2007 (con 100 millones de bloggers —cuando ya hay más de 200 millones de ex bloggers—) y de allí comenzará a descender, porque es muy fácil tener uno, pero laborioso mantenerlo.


En un medio donde todos pueden publicar de manera fácil, rápida y sin editores, esa es, a la vez, la buena y la mala noticia. Según José Luis Orihuela, profesor de la Universidad de Navarra, cuando son tan bajos los umbrales de entrada a un medio tan potente, "las opciones de participación se multiplican al mismo ritmo que la basura". Desde su nacimiento, Internet se constituye, a decir del escritor y académico Daniel Link, en un "fenómeno de reconversión a la escritura como no se conoce desde los tiempos de la Ilustración europea".


Los diversos usos y lógicas de los blogs (dentro de la literatura) tienen estrecha relación con el folletín, el diario íntimo (que proliferaron a finales del siglo XVIII y se difundieron en mayor medida a principios del XX) o los carnets (libreta de apuntes) y cahiers (cuadernos), que conforman una modalidad de prosa testimonial caracterizada por el registro de notas de lecturas y trabajo, el esbozo de futuras obras y la anotación de reflexiones generales. Testimonios intelectuales que acompañan el proceso creativo. Lo que Susan Sontag denominaba "el taller del alma" del escritor. Los grandes clásicos modernos del género del diario íntimo han sido escritos durante el siglo XX. Allí aparecen Franz Kafka (Tagebücher, 1910-1923), Virginia Woolf (A Writer''s Diary, 1953), Paul Valéry (Cahiers, 1957-1961) o Albert Camus (Carnets, 1962), por nombrar algunos. En ellos se relatan la intimidad de los autores pero también adquieren un valor documental porque describen sus realidades y el contexto histórico. Algo similar ocurre con los blogs.





El escritor mexicano Heriberto Yépez considera que la mayor revolución de este medio es acelerar la promoción de autores, descentralizar y restar hegemonía a la idea de literatura canónica. Para el autor, "el blog debería ser anárquico porque la anarquía es la esencia de la escritura".


Novelistas blogger




Para Daniel Link la cibercultura establece una alianza mucho más fuerte con la vieja cultura letrada que con la cultura audiovisual: "Estadísticamente, el tiempo de conexión compite con el tiempo que anteriormente se dedicaba a los consumos audiovisuales". Los blogs de escritores no abundan en imágenes, videos o hipervínculos y sus ficciones carecen (por ahora) de cierta estética blogger. Durante la Feria del Libro de Guadalajara, el escritor nicaragüense Sergio Ramírez señaló que él quisiera ir más allá de la escritura y fundir todo en un nuevo género donde entrara el cine, el video, la fotografía, la infografía, los testimonios de voz, la creación y la invención, que de por sí no tienen límites. Pero, ¿cómo se resiente la literatura con estas nuevas herramientas? Para Yépez hay una pérdida porque en Internet, la imagen y el sonido llenan los huecos del texto y ese —para él— es uno de los riesgos de la red: tiene recursos de resolución express.


¿Qué pasa cuando un novelista exitoso escribe un blog? ¿Para qué le sirve? ¿Cómo modifica sus prácticas de escritura? ¿El blog es un nuevo género literario o una plataforma legítima para crear literatura? Ñ convocó a tres novelistas latinoamericanos que administran blogs, para bocetiar respuestas a estas preguntas: el chileno Alberto Fuguet (42 años), el peruano Santiago Roncagliolo (Premio Alfaguara con Abril Rojo) y el argentino Marcelo Figueras (44 años, autor de Kamchatka y La Batalla del Calentamiento, entre otros).


Fuguet mantiene cuatro blogs eclécticos y entretenidos: Alberto Fuguet escritor/lector; Las películas de mi vida; PERDIDO, la película; y Cinepata. Sin embargo, lo primero que dice por teléfono desde su casa en Santiago de Chile es: "Yo no me siento un blogger oficial. Para mí son como cuentas corrientes. Es verdad, tengo blogs pero no tengo pasión ni pienso que he descubierto algo nuevo".


Los cuatro blogs de Fuguet se asemejan a un cuaderno de apuntes. Postea notas periodísticas que escribió para diarios, pero expandidas o con comentarios y aclaraciones que no entraron en la versión original; citas de lecturas; observaciones sueltas sobre obsesiones o intereses pasajeros. Leerlos es como entrar al cuarto de Fuguet y revolver los cajones de su escritorio, chusmear los papeles en los bolsillos de su sobretodo, y espiar los libros acumulados en su mesa de luz. En fin, el placer de un voyeur literario.


De los cuatro, Fuguet confiesa su preferencia por PERDIDO, un cuaderno de apuntes sobre una película que dirigiría el invierno que viene: "Como las películas se demoran tanto, desde que uno escribe el guión hasta que se termina yo sentí que necesitaba expresarme acerca del proceso de trabajo".


Ninguno de los blogs de Fuguet tiene habilitada la sección de comentarios —para muchos bloggers la esencia pura de un blog. ¿Por qué? "Tener todos los días un diluvio de críticas y comentarios es medio enfermizo, es como ir todos los días a la librería para ver si tu libro se vendió. Yo sé que a cierta gente mi nombre le repele y con eso ya me lo tengo que mamar. Pero de ir allí a recibir insultos gratuitos, no; ¿para qué?"


Figueras y Roncagliolo, que llevan más de un año posteando casi diariamente en el blog literario El Boomeran(g), difieren. Figueras que, como Fuguet, también esta preparando una película, dice: "Los escritores, en general, tienen cero contacto con su público real, o con su presunto público. No tienen la menor idea de cómo repercuten sus textos. En este contexto el blog aparece, para mí, como una oportunidad maravillosa para reconstruir puentes que habían sido dinamitados en los últimos años. Y te da la oportunidad de tomar contacto con la gente y con el lector que se perdió".


Desde su casa en Barcelona, Roncagliolo sostiene: "Con un blog, a diferencia de lo que ocurre con un libro, el producto final no es el texto que yo escribo sino el texto total que incluye los comentarios de los lectores, que van corrigiendo, precisando y discutiendo cosas que yo escribo. Y eso lo hace un género muy interesante. No es un género normal. No es una manera de escribir, sino que es una manera de dialogar".


Para ciertos bloggers, Roncagliolo y Figueras podrían ser considerados unos "tramposos". El Boomeran(g) es un emprendimiento de Alfaguara, y los dos cobran un sueldo por escribir allí. Varias veces, a causa de esto, fueron insultados con violencia en los comentarios. Roncagliolo, que incluso fue amenazado de muerte por criticar a Bob Dylan, reflexiona: "Creo que son gente más pacifica de lo que parece, no creo que realmente me vayan a matar. De todos modos, desde que he recibido esas amenazas he estado escuchando Blowing in the Wind todo los días rogando que me guste, pero no lo logro".


También podría argumentarse que El Boomeran(g) muestra una de las posibles vías de evolución del blog. Y es innegable que los posts de Roncagliolo y Figueras son abundantes, variados y ricos. Además, la experiencia de bloggear les ha vislumbrado a los dos autores nuevos posibles caminos de escritura. Figueras dice: "Me da la sensación de que todavía estamos en la fase de descubrimiento del juguete. Que por supuesto tiene potencialidades maravillosas de las cuales hemos empezado a utilizar solamente las más obvias, que son la posibilidad de cortar distancias y de producir encuentros inmediatos. Y tengo la sensación de que lo vamos a empezar a aprovechar más. Yo soy fanático de todo lo que es ficción por entregas, ya sea desde folletines hasta las series de televisión, y el blog se relaciona perfectamente con esto, por ejemplo". Por su parte, Roncagliolo ve la posibilidad de que el blog genere nuevas audiencias de lectores: "Puede ser un formato muy bueno para mover poesía, por ejemplo, porque el público esta muy disperso y las editoriales de poesía son escasas".


En febrero de 2007 Alfaguara editará dos libros: uno de Roncagliolo y otro de Figueras donde se recopilarán sus mejores posts. Una tendencia que este año, en la Argentina, se dio en los libros Monserrat (Mansalva), de Daniel Link y Buena Leche (Sudamericana), de Lola Copacabana. Por ahora, libros que podrían haber sido tomados de post o no. No hay grandes diferencias.



Los blogs sobre/de literatura (en la Argentina y el mundo) se han conformado como un nuevo escenario donde se dan el intercambio de ideas y debates literarios. Otras veces también son fuentes anónimas que diseminan chismes y observaciones, críticas pertinentes e impiadosas de la escena literaria y sus actores. Las discusiones estéticas, políticas (o bien personales) no se dan tanto en el debate cara a cara sino en la pública intimidad del blog.


El ring side de las polémicas literarias en blogs todavía recuerda la crítica que Quintín escribió sobre la antología de cuentos La Joven Guardia (Norma, 2005) o la entrega del Premio Planeta a Federico Andahazi. Las tintas afiladas volvieron a escribir cuando en noviembre se realizó la mesa debate "¿Qué hay de nuevo, viejo?", en la que Damián Tabarovsky, Martín Kohan, Daniel Link, Fogwill y Sebastián Hernaiz reflexionaron sobre la "novedad" en la literatura argentina y, desde luego, cuando Washington Cucurto (quizás el escritor más querido y odiado de la escena) inauguró su blog (elcuranderodelamor.blogspot.com) como forma de márketing para acompañar la edición de su último libro El Curandero del Amor editado por Emecé. Todos estos affaires tienen un punto de contacto: en la mayoría, el objeto o difusor de la crítica pertenece a la Joven Guardia, una generación de escritores que ha visto al blog como su natural lugar de expresión, y que, luego de la crisis del 2001, se consolidó como su espacio. Los autores opinan en sus blogs y en blogs de otros, articulando las avenidas de lectura. De esta manera trazan las redes de comunidades hiperlinkeadas.


En el territorio virtual rigen la inmediatez, la accesibilidad y la posibilidad de que cada uno pueda defenderse, sin la implicancia de la dictadura del espacio de los medios masivos de comunicación. "Uno tiene tiempo a pensar antes de hablar (escribir, en este caso) —dice Link—, lo que otorga a lo dicho (escrito) un mayor efecto. Pero me fastidian las desinteligencias, las lecturas superficiales y los insultos, claro". Comentarios firmados, a veces con nombres de usuarios, otras veces con nombres/broma sobre el tema tratado (Beatriz "La Coca" Sarlo, en alusión a la escritora argentina, por ejemplo), se suceden junto a las firmas del "usuario anónimo", comentador compulsivo que bien podría ser (en la fantasía blogger) un único personaje, con una lógica de pensamiento, que suele criticar o insultar sobre cualquier tema. Se desarrolla así un territorio libre en donde cada uno tiene su máscara facial digital, donde el actor se protege detrás de una pantalla.


"El reto es la manera de leer y despertar más abierto", comenta Yépez por mail. En esta utopía (la de Internet) que se cae cada cinco minutos y cada cinco minutos renace con nuevas formas de intervención, al parecer revolucionarias, hay una verdad: una nueva generación lee y crea dentro del hipnótico brillo del monitor. Y los cambios están por venir.



http://www.clarin.com/suplementos/cultura/2006/12/30/u-01336166.htm

Tuesday, December 26, 2006

EN BLANCO, como la portada



Esto aparecio en La Nacion, de BsAs, antes de Navidad. Me lo enviaron. Es acerca de CORTOS que aparecio en Argentina este año, o sea, a mediados del 06. Me gustó el final. Nunca pensé en esa idea cuando diseñamos, con Ricardo Alarcón, la portada. Más bien en espírutu era una tabula rasa o un iPod en que cada uno colocar su propia música. El concepto REAL tras CORTOS era que fuera unplugged, limpia, el no tener que recurrir a imágenes "comerciales" para tratar de seducir al público. Pero lo que dice Clara Albertengo en La Nación puede ser cierto: el libro es acerca de una generación "tan "en blanco", despojada y vacía, como la propia tapa del libro".

Puede ser. Quién dice que no?

aqui va:


Bibliografía

Historias filmadas

CORTOS
Por Alberto Fuguet-(Alfaguara)-319 páginas-($ 39)



El escritor chileno Alberto Fuguet es conocido por las novelas Mala Onda y Tinta Roja (adaptada al cine por Francisco Lombardi) y por McOndo , polémica antología de cuentos que coeditó junto con Sergio Gómez en 1996. McOndo (juego de palabras en el que se combinan MacDonalds y Macondo, el idílico pueblo creado por García Márquez) fue un intento de rechazo del realismo mágico y una apuesta por representar una América latina múltiple en que conviven la cultura popular con el realismo mágico, lo exótico con el fast-food , las autopistas, las computadoras y el Primer Mundo.

Cortos , nuevo libro de Fuguet, muestra un mundo fronterizo en el que los personajes se resisten a desaparecer del escenario de sus propias vidas y se lanzan en busca de su yo en una aldea global donde se cruzan países, códigos, idiomas, géneros, películas, series televisivas, actores famosos, títulos populares, comerciales. Una galería de individuos desplazados geográfica y emocionalmente deambula por los paisajes reales y psicológicos de un Chile y unos Estados Unidos desfigurados por la distancia y el tiempo, y recuperados por la nostalgia y los afectos.

Fuguet construye una novela coral fragmentada en cuentos concebidos como cortos de cine (cada uno tiene una puesta en escena y "narra" una película breve). La estructura técnica de estas ocho "historias filmadas" se basa en tres términos claves: corto/a, cortometraje y cuento, definidos en la primera página a modo de guiño al lector. El primer corto, "Prueba de Aptitud", se remonta al año del pre-universitario para niños ricos con los que el narrador sólo compartía la sensación de estar "a la deriva". "Santiago", es la historia de un chileno de ese nombre que, después de doce años de vivir en los Estados Unidos, decide volver a la capital chilena, Santiago, en busca del único lugar en el mundo donde fue "francamente feliz". "Far West" se ubica en el "precario y polvoriento" Far West chileno -el actual Quinchamalí- donde se desarrolla el reportaje a un surfista chileno cuyo padre fue encarcelado por intento de parricidio. En "Hijos" se plantea el tema de la descendencia a través de una pareja joven que decide no tenerlos, pero que prohija con naturalidad a una pareja de ancianos.

"Perdido" es el corto más corto. Dura sólo una página y el protagonista, de la mano de la memoria, recorre un mundo "ancho y ajeno" de lugares reales e historias perdidas, de dobles posibles y casualidades virtuales. "Más estrellas que en el cielo" se ubica en Los Angeles y juega con las referencias cinematográficas a nivel conceptual y textual, pues el texto está dividido en escenas y tomas, se describen los planos, los interiores y la luz, y al mismo tiempo, la escena/narración se vuelve un set de estrellas del cine americano. "Road Story" es un "paréntesis" carretero en la vida/viaje de Simón por Estados Unidos y a lo largo de sus 35 años. Finalmente, en "La Hora Mágica " se mezcla el diálogo teatral (la vida) y la intertextualidad de su propia obra, el mediometraje Las hormigas asesinas , con la narración sobre la vida (el corto titulado "Matiné, Vermouth y Noche") y el resumen argumental de una vida de película, La mitad del mundo , que se congela en una foto final real, el recuerdo privado. Es en la memoria del personaje/actor/guionista/escritor/productor (¿Fuguet?) donde el pasado -el invierno de 1992 (primer acto)- se une con el futuro -el verano de 2007 (tercero y último acto)- y se repite en la inmovilidad de un video (el suyo) que a su vez señala un presente que todavía está por vivirse/escribirse, pues representa un sueño truncado, el "de cómo era yo cuando estuve a punto de convertirme en el tipo que quería ser" y no fue.

Cortos , con sus vidas fracturadas, muestra la frustración y el desencuentro de toda una generación de treintañeros que está tan "en blanco", despojada y vacía, como la propia tapa del libro.

Clara Albertengo
© LA NACION

Link permanente: http://www.lanacion.com.ar/869826

mirar el fuego....




"You know, Jun", he said, "a fire can be any shape it wants to be. It´s free. So it can look like anything at all depending on what´s inside the person looking at it. If you get this deep, quite kind of feeling when you look at a fire, that´s because it´s showing you the deep, quiet kind of feeling you have inside yourself..."

Landscape with flatiron
de la colección de cuentos
AFTER THE QUAKE de Haruki Murakami

Sunday, December 24, 2006

BACKSTAGE--columna sobre crear, editar, producir


ultima columna del año en Rev de Libros...

Domingo 24 de diciembre de 2006
LA COLUMNA DE ALBERTO FUGUET


Backstage


Hay ciertas profesiones que tienen algo de vocación y cuya luminosidad radica en el hecho de estar en las sombras. Con no robar escena. Con tener muy claro que el premio no pasa por figurar, sino, por el contrario, con desaparecer. Con estar ahí pero más atrás, con ser soporte, un arrimo, con tener más que claro que el lucimiento personal llega cuando nadie realmente tiene claro que existes, pero que sí existe algo.

Donde antes no había nada, ahora hay una obra.

Algo nuevo.

¿De qué hablo?

De aquellos que ayudan a que exista un libro, por ejemplo. Una revista. Una película. Un programa de televisión, un disco, una emisión de radio. Esas personas no necesariamente anónimas pero de más bajo perfil que potencian a los creadores a crear o a crear mejor o a pensarla dos veces en vez de sólo intuir. Cualquier rostro o talento o pluma, por egocéntrico que sea, sabe que no hubieran podido llegar ahí sin toda esa ayuda.

Cuando pienso en estas profesiones backstage pienso sobre todo en aquellas ligadas al arte. Hay muchas y son claves. En una película todos son claves y, sin embargo, toda la tinta se gasta en el director, los actores y, si el asunto se vuelve algo más especializado, en el o los guionistas y el director de fotografía. A veces se fijan en el músico. ¿Pero qué pasa con la directora de arte, maquillaje, sonido? ¿Continuidad? ¿El asistente de dirección es un técnico o parte del engranaje creativo? ¿Montar una película es un acto personal que revela las obsesiones y gustos del editor o está al servicio de la película?

¿Y qué pasa con producción? Por algo el Oscar a la mejor película va para el productor. ¿Producir? ¿Qué significa producir? ¿Producir no es acaso un sinónimo de crear? ¿Es un productor un artista? Quizás sí. O no. Quizás no convenga que lo sea. Quizás no debería serlo pero, por otro lado, no puede estar anclado allá lejos, al otro lado de la sala. No puede ser un número, un normal, sólo un traje. Un productor tiene que tener alguno de los peores y mejores elementos que transforman a una persona en un artista: sicopatía, arrojo, fe ciega, locura y arbitrariedad, ser obsesivo, ojalá demente, tener una energía que supura hambre veinticuatro siete. ¿Se desnuda y expone un productor? Sí y no. Tiene que caminar al borde de la cornisa y arriesgar quedar mal ante aquellos que confiaron económicamente en él o ella. Debe estar dispuesto a reconocer que la obra en que creyó no gustó o no resultó, pero, para eso, debe ser capaz de actuar sin pensar y, a diferencia de los artistas, pensar antes de actuar.

Quizás eso es ser creativo. Eso es crear. Crear desde cero pero que no todo quede en cero. Es avanzar sin resbalarse, inventar sin que te juegue en contra, construir sin autodestruirte. En literatura, quizás lo más parecido al productor es el editor. ¿Qué es un editor exactamente? Sin duda que comparte labores con el montajista (ayudar a encontrar la historia y el personaje entre tanta letra y párrafo redundante), pero también debe ser la persona que ayuda, potencia, contiene y mejora al autor. Y debe ser, como un confesor, o un terapeuta, moralmente intachable. Confiable. Un editor no tiene que imponer su mirada de las cosas sino entender y ayudar que la mirada del autor se plasme y se entienda mejor. En la cultura hispánica no está del todo claro qué es un editor, quizás porque existen pocos y porque a los autores no les interesa o no les gusta trabajar con ellos. Está la idea de que a un gran creador no hay que cortarle una coma, que un libro se escribe en soledad y se publica del mismo modo, a lo más llamar a un corrector de estilo por si se deslizó un error tipográfico.

Leo Por orden alfabético, el nuevo libro del editor/dueño de Anagrama, Jorge Herralde, tratando de encontrar, de primera fuente, lo que es un editor. Quizás es injusto decepcionarse ante un libro "que no es lo que uno quiere que sea". Por orden alfabético no es un testimonio sobre el oficio o vocación de editar ni una biografía a lo Michael Korda sobre sus años editando todo tipo de textos y seres. Herralde no ingresa al territorio de la edición propiamente tal. Aquí no hay épica de gestación ni recuerdos sobre un autor bloqueado ni celebraciones de fonts. Es un libro curioso, lleno de fotos de gente en comidas y lanzamientos. Suerte de memorias y recuerdos de "escritores, editores, amigos", el libro, editado por su propia casa, está compuesto por una serie de afectuosos textos, la mayor parte escritos como presentaciones u homenajes, aunque también hay otros - los mejores- que son inéditos. Estas no son las memorias de un editor sino un editor con una gran memoria que sabe relatar una anécdota o perfilar a un autor con dos o tres líneas cuando quiere. Por orden alfabético es lo que es, y supongo que está bien. No contiene maldad pero le falta más corazón. Se trata del típico caso de esos libros donde un editor hubiera podido mejorarlo en forma exponencial. No sólo removiendo maleza sino estimulando nuevos textos o proponiendo otros puntos de vista. Un autor, aunque sea un editor, no se puede editar a sí mismo. Necesita la mirada del otro. Para eso está el editor. Para mirar desde otro punto de vista. Para comentar, opinar, recomendar.

El otro día Jorge Edwards me comentaba lo que había sufrido y trabajado para publicar La otra casa, su volumen de ensayos sobre la literatura chilena. "Ese Andrés Braithwaite te hace trabajar", me dijo, refiriéndose a su editor. "Te exige mucho, nunca había trabajado tanto".

¿Pero quedó contento? le pregunté.

Muy contento, y sonrió.

Wednesday, December 20, 2006

el segundo ser: Pamuk acepta el Nobel y el mundo es mejor porque ha escrito lo que tenia que escribir




"El maletín de mi padre", es el discurso que diera el premio Nobel Orhan Pamuk; lo encontré en la ultima New Yorker y, en traduccion al castellano, en el blog de Ivan Thays.

Es -sin duda- uno de esos discursos que pasaran a ser textos canónicos. Ya lo tengo entre mis favoritos. Ese tipo de textos que te dicen en el momento exacto lo que quieres saber, que te salvan justo a tiempo de cometer un error, que te dejan todo claro y menos confuso

No me considero un fan ni un experto en Pamuk. De hecho, solo he leído ISTANBUL, su libro de memorias/no ficcion y la verad es que me ha gustado mucho. Pero ahora deseo leerlo mas, ahora que he leído esto. No sé si su narrativa me cautive, quizás no, pero sin duda que este texto, compuesto por algunos de estos trozos que posteo ahora, casi emocionado, me hacen querer leerlo y, dos, no dudar que es un grande y que sin duda sabe lo q es escribir

Pamuk no cuenta cuentos cdo llega la hora de definir lo q es un escritor. Entiende porque sabe. Ha escrito.
Vivir para contar.


"Un escritor es alguien que pasa años tratando de descubrir con paciencia al segundo ser dentro de él, y el mundo que lo hace ser quien es. Cuando hablo de escribir, la imagen que me viene primero a la mente no es una novela, un poema o una tradición literaria: es la persona que se encierra en un cuarto, se sienta frente a una mesa y, solo, se vuelve hacia dentro de sí mismo".

"El secreto del escritor no es la inspiración, pues no es muy claro de dónde ésta puede venir, sino la terquedad, la resistencia. La maravillosa expresión turca “cavar un pozo con una aguja” parece haber sido inventada teniendo a los escritores en mente".


"La pregunta que los escritores nos hacemos con más frecuencia, la pregunta preferida es, ¿por qué escribes?
Escribo porque tengo una necesidad innata de escribir. Escribo porque no puedo hacer trabajos normales como lo hacen otras personas. Escribo porque quiero leer libros como los que escribo. Escribo porque estoy molesto con todo el mundo. Escribo porque adoro sentarme en un cuarto todo el día escribiendo. Escribo porque puedo participar de la vida real solamente si la cambio. Escribo porque quiero que otros, que todo el mundo, sepan qué tipo de vida vivimos, y seguimos viviendo, en Estambul, en Turquía. Escribo porque adoro el olor del papel, la pluma, la tinta. Escribo porque creo en la literatura, en el arte de la novela, más de lo que creo en cualquier otra cosa. Escribo porque es un hábito, una pasión. Escribo porque tengo miedo de ser olvidado. Escribo porque me gusta la gloria y el interés que escribir conlleva. Escribo para estar solo. Quizá escribo porque espero entender por qué estoy tan, tan molesto con todos. Escribo porque me gusta ser leído. Escribo porque una vez que he empezado una novela, un ensayo, una página, quiero terminarla. Escribo porque todos esperan que escriba. Escribo porque tengo una convicción infantil en la inmortalidad de las bibliotecas, y en la manera como mis libros están en el estante. Escribo porque es emocionante convertir todas las bellezas y riquezas de la vida en palabras. Escribo no para escribir una historia sino para componer una historia. Escribo porque quiero escapar de la sensación anticipada de que hay un lugar al que debo ir pero al que –como en un sueño-, no logro llegar. Escribo porque nunca he conseguido ser feliz. Escribo para ser feliz.”

Holy fuck, Amen.
Dios, que alucinante leer algo que viene de adentro, que te salpica.

Long Live Orhan

Apuntes autistas

Esta nota salio ayer en La Nación.
No sé cuales fueron las fuentes pero contiene mas de un error.

Veamos:

Sí, en efecto, esta x salir:
ahora, en enero. Creo q estará en librerias tipo 15-20 de enero. Es probable que se haga algo en Viña, cierto.

Aqui está la portada.



NO ES una NOVELA--- es un LIBRO; si tuviera que definirse, seria "NO FICCION". De novela, NADA. Zero. Nothing.

Ha pasado mas tiempo que 14 años desde Sobredosis. Ese libro es de 1990. O sea, 16 años. No es de 1994 (????)

DUDO que yo haya escrito que PERDIDO se ESTRENE en "marzo-abril" del 2007. Eso implicaría que estaría finalizando la postpoproduccion. Si todo sale bien, empezaríamos la PRE PRODUCCION en "marzo-abril" del 07. Si de DESEO se trata, desearia q se estrenara el año 2008

eso

nada mas que agregar, sólo revisando el manuscrito y detectando errores y empezando el proceso
de despedida del libro-- esta semana se va imprenta, lo voy a echar de menos.

aqui va la nota:

“Apuntes autistas” es lo nuevo de Alberto Fuguet

Novela será publicada en enero por editorial Epicentro-Aguilar. Dividido en cuatro partes, el autor de “Mala onda”, además sigue rodando “Perdido”, su segunda cinta que desea estrenar en abril de 2007.

Javier García
La Nación

Han pasado doce años desde la publicación de su primer libro, “Sobredosis” (1994). Luego vendría “Mala onda”, novela que se granjeó los bonos para ser lectura obligada en los colegios, como “Tinta roja”, volumen que además fue llevado al cine por el peruano Francisco Lombardi.

A continuación publicó “Por favor, rebobinar”, “Las películas de mi vida”, “Cortos”, y entre medio (en 1999), le sacó la lengua a más de algún envidioso escritor al ser elegido por la revista “Time” y CNN como uno de los 50 líderes latinoamericanos del nuevo milenio. Y el año pasado su primera película, “Se arrienda”, fue comentario indiscutido en la prensa nacional.

HUELLAS EN LA RETINA

Sus próximos proyectos para 2007: lanzar su segunda película “Perdido”, protagonizada por el actor Diego Muñoz: “Ojalá se estrene tipo marzo-abril, avanza, y bien”, cuenta Fuguet en su blog, y la última semana de enero presentará “Apuntes autistas” por Editorial Epicentro-Aguilar.

Para Fuguet, no hay mayores distinciones entre cine y literatura. Es por eso que en un comienzo pensó en dos obras complementarias. Por un lado estaba el filme “Perdido”, que sería el anverso del libro “Missing”, el mismo título en dos idiomas, que lanzaría el próximo año.

Pero las obsesiones del prolífico columnista de “El Mercurio”, esta vez se cobijan bajo el título “Apuntes autistas”, dividido en cuatro capítulos o secciones: Viajar, Mirar, Leer, Narrar, donde el cine, los orígenes del autor, el rastreo de sus intereses se marcan como huellas en la retina de estas fragmentadas anotaciones.

En el inicio de “Apuntes” se leen citas del mexicano Sergio Pitol y el norteamericano que también ha explorado en el cine, Paul Auster. El segundo capítulo “Mirar” se inicia con el siguiente epígrafe del argentino Adolfo Bioy Casares: “Pienso que la sala de un cinematógrafo es el lugar que yo elegiría para esperar el fin del mundo”.

Para luego empezar a reflexionar a partir de su interés por el cine, donde escribe: “En un principio fui cinéfilo. Padecí ‘la cinesífilis’, para citar al colombiano Andrés Caicedo. Me convertí en un cinépata. Lo cierto es que me devoraba las películas, sin importarme si valía la pena o no”.

El volumen esta semana entra a imprenta y la idea es que esté listo para ser presentado en la Feria del Libro de Viña del Mar la que se realiza, generalmente, la última semana de enero.

Thursday, December 07, 2006

proyectos y cosas 2007


Esto apareció hace mas de dos meses en La Revista de Libros de EL M
veamos:

Escritos autistas, textos de escritor o posts de un fan:

El escritor y cineasta acaba de estrenar un videoclip y trabaja en la producción de un documental mientras avanza en su próximo largometraje, "Perdido". Con tanta actividad cualquiera pensaría que ya no le queda tiempo para escribir. Pero sus editores esperan que llegue de un momento a otro el manuscrito de su próximo libro: un trabajo de no ficción que reúne las distintas obsesiones del autor. Algo así como una ampliación de Las películas de mi vida, ordenada esta vez en las secciones Leer, Mirar, Viajar, correspondientes a los libros, el cine y los lugares que más admira Fuguet. Una especie de diario del escritor o backstage autobiográfico de sus libros, que busca reflejar lo que hay de sí mismo en las cosas que busca.

El autor y sus editores coinciden en que el volumen debiera estar listo en enero, para la Feria de Viña del Mar. En lo que todavía no hay acuerdo es en el sello y el título bajo el cual se publicará: ¿Alfaguara o Aguilar? ¿"Viajar a solas" o "El síndrome de Asperger"? Esta última expresión alude a un desorden mental que impide reconocer el significado de gestos faciales y corporales, y que suele manifestarse en un elevadísimo grado de memoria y concentración en temas sumamente especializados, tan insólitos como la lucha libre de los años 50 o los himnos nacionales de las dictaduras africanas, pero también el mundo de los trenes, las computadoras u otras cosas ordenadas.

ACLARO:
primero: lo relacionado a CINE:
el clip se hizo q rato, 2 versiones, de Esquemas juveniles, de Javiera Mena: cierto
documental mio, nada. Aunque ideas no faltan. Cinépata se asoció a Las películas del pez para sacar adelante LA CIUDAD DE LOS FOTOGRAFOS, un documental sobre los reporteros gráficos durante la época de Pinochet. El documental ya ha sido premiado y admirado, tanto aca, en el Fidocs, como en el IDFA, donde fue seleccionada como una de las tres mejores. Ojalá se estrene tipo marzo-abril
PERDIDO--- cierto, avanza, y bien. Este post de hecho lo hago de la locación madre de la película, Antofagasta.

Respecto al libro en cuestión:
ninguno de esos títulos es el título del libro, q ya se cerró y estamos revisando no más las galeras y tal.
Sale en enero, sí, en unas 5 o 6 semanas más, y es un libro Epicentro-Aguilar. En efecto, hay libro, no es novela ni cuentos, no tengo claro lo que es, y ya está listo, a punto de entrar a imprenta.

se llama APUNTES AUTISTAS

eso

portada, pronto...

Sunday, December 03, 2006

pez o agua: ser anfibio




El escritor, cinéfilo, guionista, ex crítico de cine, reportero, periodista y futuro director de cine, Marcelo Figueras,
vino a Santiago, por unas horas, a presentar su novela La batalla del calentamiento. Leí, años atrás,
El muchacho peronista pero ahora Figueras está mucho más suelto y conectado, como bien dijo en Via X,
a sus emociones. La novela Kamchatka, que recomiendo, surgió a partir del guión del mismo nombre. Figueras tuvo la tarea de adaptar Plata quemada, de Piglia, para la pantalla.

si bien es medio extraño postear textos acerca de uno, sobre todo textos que no son críticas o entrevistas, aquí va esto de Figueras q me gusto pues siento que no es sólo acerca de mí sino tb es acerca de él y de mucha gente que o ya se debate o se debatira entre narrar con imágenes o con palabras.



Esto aparecio en la revista G7 de Buenos Aires

Cada vez que me preguntan: "¿Qué te gusta más: la literatura o el cine?",
pienso en Fuguet. Debe padecerlo más que yo. En esas circunstancias digo que
la pregunta me parece improcedente, como la igualmente obvia: "¿A quién
querés más: a papá o a mamá?", y recurro a la imagen del anfibio para
explicarme. Un anfibio pertenece a dos medios a la vez, de los cuales no
puede prescindir: moriría si debiese quedarse para siempre en tierra, y
moriría si permaneciese en el agua. Es una característica de la generación
nacida en los 60: la de haber crecido tan fascinados por la lectura como por
las películas (el huevo no fue primero, pero la gallina tampoco), como
asimismo la de haber crecido en alguna clase de exilio aun cuando siguiesen
viviendo en su lugar natal (Fuguet creció en California hablando en inglés,
mientras otros tantos crecimos en Buenos Aires con el inglés por segundo
-¿segundo?- idioma) y la de romper compulsivamente con las etiquetas: cuando
nos reconocieron como periodistas nos volvimos escritores, cuando nos
registraron como escritores nos convertimos en cineastas, guionistas,
traductores, cambiando de monta en mitad del río para evitar cualquier mella
de nuestra libertad. Ahora Fuguet reniega de la escritura, contentándose con
el sino del cineasta. Yo descreo de lo definitivo de la opción porque el
cine es tan sólo otro tipo de escritura, pero si Fuguet se apegase a sus
cañones estaría de su lado. El mundo que conocemos no sería el mismo si un
anfibio no se hubiese negado alguna vez a regresar al agua, estableciendo
algo que se volvería norma: todo lo que no crece, muere. Y en lo que a mí
respecta, Fuguet sigue creciendo.