el segundo ser: Pamuk acepta el Nobel y el mundo es mejor porque ha escrito lo que tenia que escribir
"El maletín de mi padre", es el discurso que diera el premio Nobel Orhan Pamuk; lo encontré en la ultima New Yorker y, en traduccion al castellano, en el blog de Ivan Thays.
Es -sin duda- uno de esos discursos que pasaran a ser textos canónicos. Ya lo tengo entre mis favoritos. Ese tipo de textos que te dicen en el momento exacto lo que quieres saber, que te salvan justo a tiempo de cometer un error, que te dejan todo claro y menos confuso
No me considero un fan ni un experto en Pamuk. De hecho, solo he leído ISTANBUL, su libro de memorias/no ficcion y la verad es que me ha gustado mucho. Pero ahora deseo leerlo mas, ahora que he leído esto. No sé si su narrativa me cautive, quizás no, pero sin duda que este texto, compuesto por algunos de estos trozos que posteo ahora, casi emocionado, me hacen querer leerlo y, dos, no dudar que es un grande y que sin duda sabe lo q es escribir
Pamuk no cuenta cuentos cdo llega la hora de definir lo q es un escritor. Entiende porque sabe. Ha escrito.
Vivir para contar.
"Un escritor es alguien que pasa años tratando de descubrir con paciencia al segundo ser dentro de él, y el mundo que lo hace ser quien es. Cuando hablo de escribir, la imagen que me viene primero a la mente no es una novela, un poema o una tradición literaria: es la persona que se encierra en un cuarto, se sienta frente a una mesa y, solo, se vuelve hacia dentro de sí mismo".
"El secreto del escritor no es la inspiración, pues no es muy claro de dónde ésta puede venir, sino la terquedad, la resistencia. La maravillosa expresión turca “cavar un pozo con una aguja” parece haber sido inventada teniendo a los escritores en mente".
"La pregunta que los escritores nos hacemos con más frecuencia, la pregunta preferida es, ¿por qué escribes?
Escribo porque tengo una necesidad innata de escribir. Escribo porque no puedo hacer trabajos normales como lo hacen otras personas. Escribo porque quiero leer libros como los que escribo. Escribo porque estoy molesto con todo el mundo. Escribo porque adoro sentarme en un cuarto todo el día escribiendo. Escribo porque puedo participar de la vida real solamente si la cambio. Escribo porque quiero que otros, que todo el mundo, sepan qué tipo de vida vivimos, y seguimos viviendo, en Estambul, en Turquía. Escribo porque adoro el olor del papel, la pluma, la tinta. Escribo porque creo en la literatura, en el arte de la novela, más de lo que creo en cualquier otra cosa. Escribo porque es un hábito, una pasión. Escribo porque tengo miedo de ser olvidado. Escribo porque me gusta la gloria y el interés que escribir conlleva. Escribo para estar solo. Quizá escribo porque espero entender por qué estoy tan, tan molesto con todos. Escribo porque me gusta ser leído. Escribo porque una vez que he empezado una novela, un ensayo, una página, quiero terminarla. Escribo porque todos esperan que escriba. Escribo porque tengo una convicción infantil en la inmortalidad de las bibliotecas, y en la manera como mis libros están en el estante. Escribo porque es emocionante convertir todas las bellezas y riquezas de la vida en palabras. Escribo no para escribir una historia sino para componer una historia. Escribo porque quiero escapar de la sensación anticipada de que hay un lugar al que debo ir pero al que –como en un sueño-, no logro llegar. Escribo porque nunca he conseguido ser feliz. Escribo para ser feliz.”
Holy fuck, Amen.
Dios, que alucinante leer algo que viene de adentro, que te salpica.
Long Live Orhan
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