Tuesday, November 14, 2006

¿Cdo muere un escritor?

Y la pregunta es ¿cuándo muere realmente un escritor: cuando deja este mundo, cuando deja de publicar, cuando deja de escribir o cuando deja de ser leído?

Rodrigo Fresán
(en una crónica-obituario acerca de William Styron, aparecida en Radar)



buena pregunta: supongo q la respuesta correcta (?) es:
cdo deja de ser leído. Styron, por lo tanto, está vivo y esta tierra está llena de muertos que siguen publicando cdo sabe que nadie los leen. Quizas esto sucede xq ellos no se leen a sí mismos. No sé.
Styron está vivo. Lo leí ayer. Me pareció que estaba vivo.

Monday, November 13, 2006

more fuckin McOndo: jodidas mariposas amarillas



aqui va esto... q salio en La Nacion
articulo de Claudio Pereda
no dire más xq se trata de no hablar mas de este tema.
Aunque me dan ganas, tampoco comentare las "opiniones" de mis colegas Gumucio
y Contreras. I dont agree pero bueno... me alegro q ellos sepan mas de este tema q yo.

Jodidas mariposas amarillas
La Nación, Domingo 12 de Noviembre de 2006

Dieciocho jóvenes latinoamericanos, entre ellos Fresán, Bayly y Paz Soldán, fueron parte de un libro que se desmarcó del realismo mágico. Mataron al padre e instalaron su propio negocio. Acá el autor de “Mala onda” rompe el silencio frente al tópico por primera y única vez. De bonus track, Rafael Gumucio y Gonzalo Contreras le rayan la pintura a la antología.

Por Claudio Pereda- Madrid

Una de las cosas que dejó en claro la 26ª Feria del Libro de Santiago, recién pasada, fue que el panorama actual de la literatura latinoamericana exhibe temáticas claramente urbanas con ópticas cada vez más cosmopolitas. Tal como lo proclamó hace diez años un polémico libro que pretendía anunciar este desembarco.

“McOndo” (Grijalbo, 1996), antología de 18 cuentos pertenecientes a igual número de jóvenes escritores de la región, en la que todo lo que sonara a relamidas versiones de realismo mágico fue definitivamente clausurado.

Uno de los compiladores de la publicación, hoy perdida y transformada en objeto de culto, fue el escritor y periodista Alberto Fuguet (el otro fue Sergio Gómez), quien luego de la ardua e intensa polémica que se generó en el ambiente literario nacional y latinoamericano se juramentó nunca más referirse al tema.

Sin embargo, rompe su silencio con LCD. “Cuando se habla de ‘McOndo’ no se habla del libro, se habla del prólogo que hicimos. No se volvió una antología literaria. Los cuentos, o no fueron leídos o lo que realmente causó polémica fue el prólogo y el título. Por eso, creo que se leyó mal, sólo para destrozarlo”, cuenta hoy Fuguet.

“Lo que buscamos con ese nombre fue reflejar con una palabra atractiva, lo que para nosotros significaba ser contemporáneos. Nunca impusimos una forma de escribir, aunque –claro– había ciertos rasgos estéticos que se compartían. Y si bien me parece que hoy la literatura de la región es bastante más diversa que hace diez años y, quizás, hasta media McOndo, lo cierto es que no buscábamos ponerle esa etiqueta”, subraya el escritor.

COMERCIO

En el citado prólogo del libro, los autores detallaban cómo dos jóvenes becarios en un connotado centro literario de Estados Unidos reciben la tarea de seleccionar autores para una edición especial de la revista del lugar con literatura latinoamericana. Emocionados porque serían editados en inglés por primera vez, los jóvenes se contactan con diversos escritores de la región. Al llegar el momento de la revisión, el profesor norteamericano que dirigía la publicación se descompuso porque en ningún texto había mujeres que vuelan, ni mariposas amarillas ni otros eventos similares, tan “propios” de la literatura de esta parte del planeta. Cuento corto: la revista no salió y Fuguet y Gómez saciaron su “pica” haciendo una antología más grande, en la que se incorporaron nombres hoy conocidos –aunque en esa época no mucho–, como el boliviano Edmundo Paz Soldán, los argentinos Juan Forn y Rodrigo Fresán y el peruano Jaime Bayly, entre otros.

La reacción de muchos escritores en el continente fue de estupefacción. La propuesta de la muerte del realismo mágico fue vista como un servilismo a la literatura gringa. “Lo urbano es el espejismo de una clase que tiene la sartén por el mango, un sector minoritario que en su accionar ha envuelto en un falso canto de sirenas a cientos de campesinos que han llegado a ser crudamente marginales en una ciudad feroz”, afirmaba con evidente encono el escritor Luis Sepúlveda, reflejando con ello el sentir de muchos representantes del ámbito literario.

“La verdad es que con toda esa experiencia de ‘McOndo’ yo opté por no hablar más. No me siento capacitado ni experto como para dar soluciones ni diagnósticos. Muchos siguen en la suya con el realismo mágico y les va excelente. Son muy buenos comerciantes, los felicito y hasta me pueden dar un poco de envidia. Lo que sí creo que está en jaque en la literatura mundial es el tema de las generaciones, de cómo definir a un autor. En un mundo diverso, las conexiones van por lados muy sorpresivos”, dice Fuguet.

Lo cierto es que, dado el actual panorama visto en la Feria del Libro de Santiago, los escritores de la región cada vez más presentan tópicos universales. “Pienso que en algo le achuntamos”, comenta el escritor, “pero creo que sólo le pusimos un nombre a algo que ya estaba existiendo, y sobre esto me gustaría dejar claro que tal vez ese nombre no era el correcto. Pero fue sólo un título a algo que nos parecía diverso, hiperrealista y contemporáneo. Tampoco dijimos si eso era bueno o malo, simplemente dijimos esto es lo que está haciéndose aquí. La literatura tiene que quebrar ideas, abrir puertas, más que cerrarlas”. LCD

Aquí no se salva nadie

Rafael Gumucio: “Creo que los antologadores inventaron un buen concepto de agencia de publicidad. En realidad, es un intento de desmarcarse de Estados Unidos, donde todavía creen que vivimos en el realismo mágico, pero para Latinoamérica no fue una novedad. Ahora, el boom también fue una operación de marketing, pero la diferencia es que de ‘McOndo’ no salió un Gabriel García Márquez”.

Gonzalo Contreras: “La antología no marca un antes y un después, como si fuese una especie de frontera del realismo mágico, porque había mucha literatura en esos años, como mi caso, que no escribíamos bajo la cuerda de este movimiento. Creo que se hizo mucho caudal con ‘McOndo’; ahora, lo que ocurre es la inclinación de esos autores hacia la literatura norteamericana, y ése es el ángulo”.

Sunday, November 12, 2006

Soldan on fire: PALACIO QUEMADO



mi amigo EdTV, Edmundo Paz Soldan, lanza una nueva novela--nada de Rio Fugitivo sino La Paz. Y el propio palacio de gobierno: el PALACIO QUEMADO. No la he leido aun, pero sí la leyó Gustavo Faveron:

"...he leído la novela dos veces, en dos versiones muy distintas, la primera cuando incluso parte del argumento era todavía indefinido, y la segunda mucho más cercana a lo que imagino es su forma final.

Es un relato político apasionante, en el que no es nada difícil distinguir los últimos años críticos de la historia boliviana, en particular pormenores de los catorce meses del segundo gobierno de Sánchez de Lozada.

Su protagonista es un escritor encargado de componer los discursos del presidente de la República: el intelectual atrapado (espía o cómplice) en el centro mismo del poder. Me consta que la idea de Rama de la "ciudad letrada" cruzó muchas veces por la mente de Edmundo durante la composición del libro".



la presentación oficial es el 18 de noviembre, 2006 en la feria del libro de Miami.
felicitaciones y suerte, man

esta es lo q dice la contratapa:

Para los personajes de esta novela, los secretos de familia tienen mucho que ver con los traumas nacionales.

Oscar, un historiador cuya única convicción es la falta de convicciones, ingresa a trabajar al Palacio Quemado convertido en escritor de discursos del presidente. En un período de convulsión social, su misión es encontrar las palabras con las cules apaciguar los ánimos exaltados del pueblo. De la mano de Natalia, una mujer que también trabaja para el gobierno y con quien entabla una relación sentimental, irá descubriendo los oscuros recovecos de la corrupción como una forma de vida para la clase política. De una manera extraña pero inevitable, su búsqueda lo llevará a comprender el porqué del suicidio de Felipe, su hermano mayor, treinta años atrás.

Edmundo Paz Soldán narra con ritmo trepidante el fin de una era en Bolivia y nos presenta, entre otros, a personajes como el presidente Canedo de la Tapia, intransigente en la defensa de su proyecto, el vicepresidente Mendoza, hábil para los discursos y defensor de la ética en la vida política, y el Coyote, implacable y audaz operador político del gobierno.

Una novela sobre la perversa relación entre el poder y la violencia, sobre el peso (o no) de la palabra para transformar un país, y sobre la redención a través de la asunción de responsabilidades.

Sunday, November 05, 2006

100% (latino) AMERICANO: Daniel Alarcon

Hace 3 años descubri, junto a todo el mundo, o al menos, el mundo literario, a Daniel Alarcón, x escrito, en inglés, con su cuento City of Clowns, en The New Yorker. Lo conoci después, de paso, cdo me tocó leer en Praire Lights, en Iowa City. El tipo está acá en Stgo y es macanudo y espero q me pase su nueva novela q sale a comienzos del prox año en USA.

Aqui va, en versión mas larga, 2.0. la entrevista q le hice pa Rev de Libros de EL M hoy domingo.

Daniel A presenta su libro de cuentow hoy, al final de la tarde, justo antes q la Feria del Libro cierre sus puertas




Domingo 5 de noviembre de 2006

DANIEL ALARCÓN, ESCRITOR PERUANO-AMERICANO
"Tu mundo es el mundo que te importa"

Un autor es mucho más que su biografía, pero cuando la biografía es como la de este autor, algo sucede: nació en Lima, aunque creció en Alabama; escribe en inglés y publica en The New Yorker. Ahora visita nuestro país para presentar sus relatos ambientados en Perú.


Alberto Fuguet


Primero, algo de presentación porque Daniel Alarcón (nació el ´77 pero empezó a dar que hablar el 2003) no es el escritor peruano más conocido del mundo. Hay varios más. Al menos tres, o cuatro o cinco. Casi todos los escritores peruanos escriben y hablan en español.
Daniel Alarcón no es de esos escritores peruanos.
Por eso –quizás- su figura me intriga. Me gustó leer sus cuentos y espero su novela sobre un buscapersonas de Lima que busca aquellos que se han perdido con algo de ansiedad. Daniel, en ese sentido, is the real thing: un tipo extremadamente brillante. En dos idiomas. Con sentido del humor, mirada, compasión y algo extremadamente contemporáneo que salta de su prosa y casi se puede oler. Daniel Alarcón es lo que viene, y con esto no quiero hablar de modas o apuestas. Es simplemente la primera ola de un tsunami creativo donde nada estará claro excepto la voz y el talento y la sensación de estar algo extraviado, en la frontera, ni aquí ni allá, pura liminalidad.
Daniel Alarcón llegará por estos días a Santiago desde Oakland, California, a promocionar, en castellano, la traducción que publica Alfaguara de su primer libro de cuentos, War by Candlelight, escritos en inglés, casi todos ambientados en Perú, que se terminó llamándose Guerra a la luz de las velas.



Un autor es mucho más que su biografía, sin duda, pero cuando la biografía es como la de Daniel Alarcón, algo sucede. Uno siente que está leyendo lo primero de algo nuevo y no el final de algo viejo. Alarcón no es un escritor de su barrio, o parcela, o ciudad. Alarcón es americano, en el sentido profundo del término. De Alaska hasta la Patagonia. Y, sin quererlo, pone en jaque todas las definiciones académicas de lo que implica ser un autor latinoamericano porque ni el ni yo ni los editores o los críticos lo tienen claro.

Me imagino que esta es la pregunta cliché. He mirado algunas entrevistas y muchas parten así, casi como si el periodista fuera un funcionario de migraciones, ¿de dónde (puta) eres? Where are you fucking from? Que es lo mismo decir QUE ERES, ¿no? Gringo, peruano, sureño, ¿qué?
La mejor definición llegó de la boca de un amigo del barrio en San Juan de Lurigancho, un distrito limeño marginal donde viví por casi un año: me decía el norteamerincaico. Claro, supongo que podría intelectualizarlo, mirarme el ombligo y preguntarme sin cesar quien soy, pero dudo que una respuesta más perfecta existe. Un peruano que escribe en inglés, un escritor gringo de origen peruano—is it that strange? No lo creo. Muchos de mis amigos de chico eran gringos cuyos padres venían de otra parte. Uno hablaba en hindú con sus viejos, otro en chino con los suyos, yo en español con los míos—y cuando nos juntabamos en las tardes a escuchar rap y hablar de chicas, lo haciamos en un inglés con tanta jerga que nuestros padres no hubieran podido comprender.

Sé que en USA, te decían Perú, como sobrenombre.
Sí, en un equipo de futbol, unos chicos del barrio. No es que haya sido mi apodo de toda la vida.

Y en Perú, te dicen Gringo.
Eso sí es más merecido.

Parecen sobrenombres simpáticos. ¿Lo son?
Yo creo que sí. Bueno, gringo por lo menos lo es. Yo conozco bien a la gente que me decía así, y era, sin duda, con cariño. Los chicos que me decían Perú, ya ni me acuerdo si eran buena onda o no, y de hecho, nunca fueron mis mejores amigos. El sur de los EEUU, en esa época, no recibía muchos inmigrantes. Llamabamos la atención. Y nadie sabía donde quedaba el Perú.

En Perú ademas, para complicar las cosas, no sólo se puede ser peruano o de tal o cual ciudad sino andino o costeño-criollos, que es una definición más racial y de opción que una anécdota geográfica.
El Perú no es un país, sino varios. Como proyecto nacional, pierde coherencia cuando una se acerca. Estando lejos, he cultivado la ilusión que pertenezco a un país que en realidad no existe.

Sigo: ¿cual es tu lengua materna?
Spanish.

¿En que idioma sueñas?
Esa es facil: depende con quien sueño.

¿En cual escribes?
Me limito a escribir en inglés, con una excepción: correo electrónico.

Me imagino que perdiste el español. Pero lo lees y hablas. ¿Crees que eres bilingüe? ¿Alguien de verdad puede serlo o acaso termina ganando un idioma por puntos?
Mi vida es bilingüe. Vivo en un barrio donde el idioma que predomina—mejor dicho, que domina—es el español. Mexicanos, Guatemaltecos, Hondureños, Puerto Riqueños—salgo de la puerta de mi departamento, y si no me da la gana, no hablo inglés todo el día. Dicto clases en ingles, leo novelas en Español, converso con mi novia en inglés (y ella con sus padres en otro idioma), con mis padres en Español, con mis hermanas en inglés, con mi sobrina de dos años en puro Spanish.

Dicen que aquellos que conocen dos realidades, y dominan dos idiomas, están malditos. Esto lo dice Rushdie. Los bilingues pueden ver todo de dos maneras y, por eso, pasan a ser, de inmediato, misfits o marginales.
Qué dramático Rushdie—si todo el mundo es así! Maldito, no, broder. Si lo mío es sufrir, me lo aguanto sonriendo. Sufrir es pasar hambre, tener frío—no lo que hago yo, que es leer, escribir, tomar café, leer, escribir, jugar futbol, leer, escribir, tomar café, leer, etc. Es un lujo. Cuando mi propio trabajo no va bien, me pongo a traducir poesía del Español al inglés. Eso es sufir? Como dicen los mexicanos—no mames, guey. Si alguna vez me quejo de mi vida, que alguien me patee en el culo por imbecil.

Crees x ejemplo que deberías ser considerado parte de la lit peruana?
Why not? Sería un orgullo, un golazo de media cancha. Si mi viejo Arequipeño, y madre limeña, quienes nunca se imaginaron vivir en Alabama, y menos criar hijos en esa provincia perdida de Gringolandia—si ellos pueden ser norteamericanos, por qué yo no puedo ser peruano?

¿O de la norteaamericana?
¿Tengo que escoger?

Mal que mal, escribes en inglés, no en la lengua de Cervantes. Y, a diferencia de Ariel Dorfman, por ejemplo, tampoco reescribes tus libros al castelllano. Que crees que mas importante a la hora de categorizar: el idioma en que se escribe, el origen del autor, o el setting de su obra.
That I don’t know.

Fresan dice que el pais de un autor es su biblioteca. Donde vives ahora? No sólo geográficamente.
Si lo que Fresán dice es cierto, mi país natal es Rusia. Me he nutrido de Dostoyevsky, Babel y Chekhov desde que tenía uso de la razón. Ahora vivo—o intento vivier—entre la crueldad de Rulfo, la poesía de Faulkner, la elegancia de Chekhov, la tristeza de Bolaño, la imaginación de Calvino…. And on and on… Qué bonita casa…

Cuan unplugged eres? Poco email? Cero chat? iPod? TV Cable?
Me cago en el internet. Just kidding. En serio, no es que le tenga miedo a la tecnología, o que no me guste. Al contrario, es que me conozco bien—podría desperdiciar meses enteros en el internet, surfing, haciendo tontería y media, escribiendo un blog, y ser feliz. Prefiero no permitirme ese vicio. I know you don’t like the phrase, Sir, but el internet es el real maravilloso, no? YouTube, para hablar de un solo ejemplo, es extraordinario, una antropologia en realtime que se construye de a pocos, una colaboración multinacional, a pointilist psychic map del momento actual. Podría meterme a YouTube y nunca salir. Un día será el background de una gran novela—but I promise I won’t be the one who writes it.

¿Poco email?
Sí, poco email. Cero chat. Tengo un iPod pero nunca sale de mi case—prefiero escuchar las conversaciones alrededor mío cuando voy en el bus que andar entre la multitud con mi soundtrack personal. Compré un televisor este año, mi primero, de segunda mano, solo para ver del Mundial. Horas después de la desgracia de Zidane, guardé el aparato en el closet, y de ahí no ha salido hasta ahora.

Tu cuento más célebre, por debutar en The New Yorker, se llama City of Clowns. ¿Está Lima llena de payasos o de… de qué? De casinos, por lo pronto. Describe Lima en un par de líneas.
Lima is a city where the future has already arrived.

Bien. I agree. Una de las plagas que azota el Peru es el racismo. No crees que es justamente en esa meztizaje y conjunción de razas donde puede encontrar su futuro.
Claro, y se ve esto claramente en lugares como San Juan de Lurigancho—un distrito construido por migrantes, donde costeños, serranos, y selvaticos crean una cultura mixta, moderna, amplia, que debe ser la unica que merece ser llamada como peruana.

Sweet Home Alabama. Los propios americanos se han encargado de exportar, tanto interna como externamente, una Alabama rural, gotica, atrasada y redneck. Tu que te criaste allá, es menos literaria y “extraña”, menos Faulkneriana, de lo que uno cree.
Birmingham es una ciudad muy peculiar: sureña, pero industrial, small town feel, pero no tan small tampoco. Un racismo fuerte, pero con gente muy correcta, muy gentil. No sé describir lo que fue mi niñez en Alabama: boring, quizá, pero totalmente agradable. Nunca me sentí identificado con el lugar, a pesar de que William Faulkner, Carson McCullers, Flannery O‘Connor y lo mejor de la literatura gringa viene de mi (supuesta) región.

Sin duda que Perú te obsesiona. Buena parte de tu primer libro transcurre en el Perú. La primera novela, que saldrá el prox año, es sobre Lima. ¿Por que tan poco USA?
Muy simple: en el mundo globalizado, hablar de Lima es hablar de Londres o Nueva York o Birmingham o Karachi. Es decir, al retratar la ciudad donde nací, también me estoy preocupando de la ciudad donde pasé mi infancia. Inevitably.

Te ha sucedido ser descriminado al revés: es decir, que sienten que no eres suficientemente “latino” tanto a nivel personal, por origen o literariamente.
Más me discriminan por ser joven. O por lo menos lo siento así. Es que tengo, indudablemente, una cara de chibolo, y muchas veces me ha pasado que en una conversación no me toman en cuenta—quien será este jovencito? Yo tampoco soy muy hablador, y ahí quedo la cosa. In reality, prefiero escuchar hablar que hablar. No me fastidia demasiado.

Sé que enseñaste fotografía en un barrio marginal de Lima. Cuán visual are you? Qué máquina tienes. Sigues tomando fotos. No te dan ganas de filmar o incluir fotos en tus libros.
Fotos en libros, sí, tipo W.G. Sebald. Pero no solo fotos, sino experimentos con la página, con el formato, etc. Lo haré algún día, aunque por ahora solo quiero aprender a utilizar la narrativa para conmover, para retratar esa gente cuyas traumas, excesos, sabiduría y crueldad me conmueve a mí. Ahora ya no tengo cámara de verdad. Desde la revolución digital, ya no tomo fotos en serio. Snapshots nomás.

Respecto a lo marginal, en rigor tu no eres tan marginal. Ni en Perú ni en USA…
Para nada. Crecí en una familia de clase media, en el país más poderoso y rico en la historia del mundo. Además, eramos de clase media en el Perú, no sólo en Gringolandía. Soy el unico varón de tres hijos, el menor y por supuesto el más engreído. Estudie en Columbia University, en Iowa. I am the oppresor, en rigor.

Te lo pregunto xq el mundo de tu primer libro y, por lo que intuyo, de tu nueva novela, no es precisamente “tu mundo”.
Entiendo, and of course you’re right, pero eso es reducir la definición del mundo que me pertenece a una serie de cifras de ingreso mensual, dirección, educación, etc. Es mi mundo por que me importa entenderlo, ser partícipe de su desarrollo, y porque tengo grandes amigos ahí cuyo bienestar me preocupa.

Buena respuesta, muy buena. El mundo de uno es el mundo que te importa. Bien. Crees que podrias haber pasado tanto tiempo en el barrio de San Juan si sólo fueras un chico de San Isidro mas que un californiano con acento?
Point well taken. Of course not. No hubiese podido ser acceptado—pituco, blancón, cara de niño bueno, del barrio nice andando por Lurigancho solo? No way. Ahí, ser forastero, poder pretender que existía outside of the socioeconomic system que ellos conocían… Sin eso, la canción.

Es verdad q partieste leyendo a Vargas Llosa en inglés? Crees que es mejor en castellano o en ingles?
Sí, es cierto. Aunt Julia and the Scriptwriter a los doce años. No entendí una palabra, pero me encantó.

Partiste muy arriba: se supone que publicar en The New Yorker, antes de los 30, es casi imposible.
Tuve suerte.

En Iowa, donde asististes al Writer´s Workshop, conoci un autor que tenia una pared entera con rejection letters de esa misma revista. A lo que voy: ¿asusta partir tan arriba?
Prefiero no pensar en esos terminos. It’s scary because there’s nowhere to go but down, pero no creo que he escrito mi mejor cuento, mi mejor novela todavia.

Ahora, desde donde estás parado: mismo tema. ¿Qué es triunfar?
Tener la oportunidad de seguir intentandolo. Cada día que me puedo dedicar de lleno a escribir es un triunfo.