reconfirmacion autobiografia de CAICEDO
hoy, domingo 24, salio esto en EL TIEMPO de Bogota, el decano de Colombia
lo de Caiciedo va y ahora es público es el país más claves de todo
aqui va la nota de Andrés Zambrano
El escritor chileno Alberto Fuguet hará 'autobiografía' de Andrés Caicedo
En el año 2000, él encontró en una librería peruana una copia de Ojo al cine, la recopilación de las críticas cinematográficas de Caicedo.
La leyó y descubrió que 25 años antes había vivido en una ciudad colombiana alguien que era su alma gemela.
Desde entonces, se convirtió en un apóstol de ese 'profeta' caleño del cine y la literatura. Este año, el autor de Las películas de mi vida y coautor de la aún polémica colección de cuentos Mc Ondo, tiene como gran proyecto escribir la autobiografía de Andrés Caicedo. Su idea es poner al escritor caleño en el sitio que se merece en la literatura latinoamericana.
Fuguet, que hace siete años fue, para la revista Time, uno de los 100 latinoamericanos del futuro, sabe lo que dice.
EL TIEMPO: ¿Cómo fue ese enamoramiento?
Alberto Fuguet: La primera vez que llegué a Colombia yo sentí que iba al país de Andrés Caicedo y no al Macondo de García Márquez (...) Caicedo estaba adelantado a su tiempo. Es el padre de Mc Ondo. Es más, en estos días un amigo crítico de Chile me dijo: 'Aún hoy estaría muy adelantado'. En América Latina todavía uno ve tipos aficionados al cine que están preocupados por el Festival de La Habana.
Una autobiografía de Caicedo escrita por usted, ¿cómo es eso?
Andrés tenía una compulsión de querer escribirlo todo. Hacía copias al carbón de su correspondencia y eso ya es muy raro. Mi papel va a ser como el de un productor musical, soy una especie George Martin (productor de los Beatles), con la responsabilidad de sacar lo mejor que tiene su obra. Estoy haciendo un documental por escrito.
¿Dijo que quería peluquear a Andrés Caicedo?
En Colombia esa es la imagen. Uno llega y casi que ve su imagen, el pelo largo,guapo, alto, un roquero, un James Dean eternamente joven, Pero si uno lo lee y no lo conoce se imagina que era alguien con el pelo corto, de anteojos, tartamudo, bastante nerd, que pasa todo el día en el cine y que no era muy bueno para bailar. Una de mis misiones es cortarle el pelo y afilarle la pluma.
¿A qué se refiere?
Que la gente se fije solo en sus textos y no en el mito. Uno siente que ¡Qué viva la música! es un libro muy colombiano y caleño. Por lo tanto no es una novela que pueda viajar tan fácilmente. Sí creo que su obra literaria pueda viajar después de un libro como este.
¿Su vida puede ser una película?
No, porque esa historia se ha contado mucho, es la del chico más o menos talentoso, con buena pinta, que muere antes de tiempo.Eso es parte de nuestra narrativa desde siempre. La obsesión con la juventud y la muerte viene desde Ícaro, pasando por Rimbaud, James Dean, Heath Ledger. Caicedo era alguien muy complejo, frágil y extremadamente necesitado de las artes, no era un Jim Morrison que quería vivir la vida al máximo.
¿Un autor para adolescentes?
Este libro no va a ser uno para el público adolescente, está dirigido a la gente que le interesa la literatura y quiere ingresar a los territorios del dolor y del abandono. Pero esa imagen es un poco culpa de él, porque murió a una edad en la que solo dejó libros de ese tipo. Era muy fan de Vargas Llosa y era porque él escribía sobre jovencitos.
¿Caicedo estaba consciente de su importancia?
Absolutamente, nadie escribe cartas tan personales con copias y las archiva.
lo de Caiciedo va y ahora es público es el país más claves de todo
aqui va la nota de Andrés Zambrano
El escritor chileno Alberto Fuguet hará 'autobiografía' de Andrés Caicedo
En el año 2000, él encontró en una librería peruana una copia de Ojo al cine, la recopilación de las críticas cinematográficas de Caicedo.
La leyó y descubrió que 25 años antes había vivido en una ciudad colombiana alguien que era su alma gemela.
Desde entonces, se convirtió en un apóstol de ese 'profeta' caleño del cine y la literatura. Este año, el autor de Las películas de mi vida y coautor de la aún polémica colección de cuentos Mc Ondo, tiene como gran proyecto escribir la autobiografía de Andrés Caicedo. Su idea es poner al escritor caleño en el sitio que se merece en la literatura latinoamericana.
Fuguet, que hace siete años fue, para la revista Time, uno de los 100 latinoamericanos del futuro, sabe lo que dice.
EL TIEMPO: ¿Cómo fue ese enamoramiento?
Alberto Fuguet: La primera vez que llegué a Colombia yo sentí que iba al país de Andrés Caicedo y no al Macondo de García Márquez (...) Caicedo estaba adelantado a su tiempo. Es el padre de Mc Ondo. Es más, en estos días un amigo crítico de Chile me dijo: 'Aún hoy estaría muy adelantado'. En América Latina todavía uno ve tipos aficionados al cine que están preocupados por el Festival de La Habana.
Una autobiografía de Caicedo escrita por usted, ¿cómo es eso?
Andrés tenía una compulsión de querer escribirlo todo. Hacía copias al carbón de su correspondencia y eso ya es muy raro. Mi papel va a ser como el de un productor musical, soy una especie George Martin (productor de los Beatles), con la responsabilidad de sacar lo mejor que tiene su obra. Estoy haciendo un documental por escrito.
¿Dijo que quería peluquear a Andrés Caicedo?
En Colombia esa es la imagen. Uno llega y casi que ve su imagen, el pelo largo,guapo, alto, un roquero, un James Dean eternamente joven, Pero si uno lo lee y no lo conoce se imagina que era alguien con el pelo corto, de anteojos, tartamudo, bastante nerd, que pasa todo el día en el cine y que no era muy bueno para bailar. Una de mis misiones es cortarle el pelo y afilarle la pluma.
¿A qué se refiere?
Que la gente se fije solo en sus textos y no en el mito. Uno siente que ¡Qué viva la música! es un libro muy colombiano y caleño. Por lo tanto no es una novela que pueda viajar tan fácilmente. Sí creo que su obra literaria pueda viajar después de un libro como este.
¿Su vida puede ser una película?
No, porque esa historia se ha contado mucho, es la del chico más o menos talentoso, con buena pinta, que muere antes de tiempo.Eso es parte de nuestra narrativa desde siempre. La obsesión con la juventud y la muerte viene desde Ícaro, pasando por Rimbaud, James Dean, Heath Ledger. Caicedo era alguien muy complejo, frágil y extremadamente necesitado de las artes, no era un Jim Morrison que quería vivir la vida al máximo.
¿Un autor para adolescentes?
Este libro no va a ser uno para el público adolescente, está dirigido a la gente que le interesa la literatura y quiere ingresar a los territorios del dolor y del abandono. Pero esa imagen es un poco culpa de él, porque murió a una edad en la que solo dejó libros de ese tipo. Era muy fan de Vargas Llosa y era porque él escribía sobre jovencitos.
¿Caicedo estaba consciente de su importancia?
Absolutamente, nadie escribe cartas tan personales con copias y las archiva.