Friday, February 22, 2008

EXCLUSIVO: LIBRO NUEVO--produciendo y editando a Andrés Caicedo

PRONTO: la primera autobiografía de Andrés Caicedo
abril 2008 , via editorial NORMA, en todas las librerías de América Latina

En efecto, ya es oficial: hoy salió en La Tercera y yo lo confirmo, claro.
Hace ya unos meses llegué a un acuerdo con Norma y con la famila Caicedo para hacer un libro de Andrés. Barajé diversas ideas y la primera, claro, fue una biografía. Pero algo me ha enseñado que cuando se te ocurre una idea creativa es mejor desechar la primera q se te ocurre pues es la más obvia y cliché. Así, fue surgiendo la idea de dejarlo hablar solo. De procesar y editar, montar, su material escrito (todo lo que dejó inédito y cosas que están perdidas o disperdigadas por ahí) para así dejar contar su propia versión de los hechos, su vida fusionada con el cine, sus descensos a los infiernos, su apabullante fragilidad y su incisiva inteligencia.

Creo que el libro será importante, sorprendente, inmensamente triste y absolutamente valiente y despojado. Y estoy honrado, orgulloso, nervioso y sobregirado con el poder hacerlo.

Vengo llegando de Colombia donde tuve acceso a la colección Caicedo en la alucinante Biblioteca Luis Angel Aranda, en Bogotá; tb estuve en Cali, la ciudad que Andrés tanto amo y odio. He vuelto con mucho material y sintiendome muy cercano a este talento adelantado a su tiempo.

Un amigo productor musical me dijo que lo que haría sería lo que hace él: sacarle lo mejor a otro. En eso estoy y en esto estaré. Mi etapa George Martin, Brian Eno.

eso
durante la semana posteare algo exclusivo
una suerte de adelanto de un adelanto de un adelanto

gracias a todos los q me apoyaron y acogieron en Colombia: María Victoria Caicedo y Rosario Caicedo (x fono y mail); Luis Ospina; Sandro Romero; Patricia Restrepo; Ramiro Arbalaez; Hernando Guerrero; Alejandro Martin; Ricardo Silva Romero y Ma Elvira Bonilla, entre otros.

aqui va la nota:

Fuguet prepara antología de Andrés Caicedo

Famoso en Colombia pero ignorado en Latinoamérica, Caicedo se opuso al realismo mágico como novelista y fue, además, un apasionado cinéfilo que se suicidó a los 25 años. Es la obsesión de Fuguet, quien organiza sus papeles para dar forma a una singular autobiografía.

x Roberto Careaga

22/02/2008 09:59

Andrés Caicedo sabía lo justo de inglés cuando en 1973 llegó a Los Angeles, Estados Unidos. Iba emocionado. Creía que Hollywood lo recibiría con los brazos abiertos: él también era un cinéfilo. Tenía 22 años. Desde su Cali natal, llevaba tres guiones que su hermana había traducido desde el español. Y aunque lo intentó, no hubo caso: el legendario director del cine B, Roger Corman, nunca lo recibió. Nadie le abrió las puertas. Volvería a Colombia después de un mes, definitivamente sin proyectos cinematográficos pero con las primeras notas para la novela ¡Que Viva la Música! El libro se publicó el 4 de marzo de 1977, pocas horas antes de que su autor ingiriera las 60 tabletas de seconal que lo mataron. Tenía 25 años.
Cerca de 20 años después, Alberto Fuguet encontró en una librería peruana un voluminoso libro titulado Ojo al Cine. Firmaba Caicedo. Eran las críticas de cine que había publicado en un diario de Cali y en su propia revista. Fuguet siguió la huella y se encontró con un autor pop y deliberadamente a contrapelo del influjo de García Márquez.
Una leyenda: un escritor con look de estrella de rock y con una decena de libros que, actualmente, venden miles de copias en Colombia. Caicedo provoca reacciones intensas: la lápida de su tumba ha sido robada dos veces. Pero en el resto del
mundo, eso sí, Caicedo es un desconocido. El autor de Por Favor Rebobinar pretende cambiar esta situación. “Le propuse a la familia ayudar a internacionalizarlo”, cuenta. Y en eso está.

ESLABON PERDIDO
Tras reunirse con la familia del escritor en Colombia, Fuguet trabaja en “la primera autobiografía” de Caicedo. Su papel será el de organizar y editar sus diarios, cuadernos inéditos y la enorme cantidad de correspondencia, de la cual dejó copias. “Tiene tanto material de no ficción, que con un buen montaje y transformando algunas de sus cartas, se convertiría
en una autobiografía. Es como jugar con todo el material que Andrés ha dejado, encontrarle su voz y sacar lo mejor”, explica.
Sin fecha de salida, el libro será lanzado en toda Latinoamérica por Norma. Será el fin de una “obsesión” para Fuguet, que si se hubiera desencadenado antes podría haberlo hecho dudar de su oficio: “Si lo hubiera leído antes, quizás no sería escritor. El ya hizo lo que me interesaba hacer a mí. Ser un cinéfilo latinoamericano, anti realismo mágico que escribe guiones, que filma... Probablemente no me habría atrevido, o hubiera sentido que no era necesario”, reconoce.
Caicedo siguió una ruta similar a la de Fuguet. Pero demasiado rápido. Antes de caer muerto sobre su máquina de escribir, fundó un Cine Club en Cali, filmó dos películas, escribió una treintena de cuentos y tres novelas sobre la juventud de la clase alta de Cali, pasó por clínicas psiquiátricas, se obsesionó con Vargas Llosa y, como nadie, rechazó a García

“Caicedo -agrega Fuguet- es el eslabón perdido del boom. Y el enemigo número uno de Macondo. No sé hasta qué punto se suicidó o acaso fue asesinado por García Márquez y la cultura imperante en esos tiempos. Era mucho menos el rockero que los colombianos quieren, y más un intelectual. Un nerd súper atormentado. Tenía desequilibrios, angustia de vivir. No estaba cómodo en la vida. Tenía problemas con mantenerse de pie. Y tenía que escribir para sobrevivir. Se mató porque vio demasiado”, dice.