Thursday, November 29, 2007

recuerdos de la FIL...

Feria Internacional del Libro
Hotel City Express
Avenida Mariano Otero
sede de la delegacion colombiana
Guadalajara, Jalisco
Méxcio

Tuesday, November 27, 2007

Personajes recurrentes

mi columna de El M del dgo pasado...


Domingo 25 de noviembre de 2007

Ahora me doy cuenta de que las dos novelas que recientemente terminé, las leí no porque me sedujeran la cantidad de páginas o la historia en sí (las dos tienen mucho más páginas que historias y a las dos quizás les sobren cien páginas) sino por los personajes.

En un caso, era un personaje que ya conocía y quería y, en el otro, un personaje del que había escuchado mucho y que era un tanto mayor y, por lo tanto, tenía mucho cuento, mucho pasado y muchas novelas a su haber. Las novelas que leí fueron The Lay of the Land de Richard Ford (que saldrá pronto en español -me dicen- vía la costosa editorial amarilla de Barcelona) y Pastoral americana de Philip Roth. La primera cierra la saga de Frank Bascombe; la segunda es una aventura más, esta vez más tangencial que directa, de Nathan Zuckerman, un escritor que ha escrito y envejecido "en público" a lo largo de unas nueve novelas, y que -supuestamente- ha escrito su última entrega con la recientemente publicada Exit Ghost.


En el curso de un mes, me volví a encontrar con un viejo amigo (el caso de Bascombe) y con alguien que me gustaría que fuera un amigo, no sólo porque es un colega sino por la manera que tiene de ver y de robar historias al mundo. Al terminar de leer The Lay of the Land, me dio un poco de pena saber que no tendría más acceso a Frank Bascombe; al final de Pastoral americana quedé con ganas de seguir con Zuckerman, ya hacia atrás (rumbo al origen y a la juventud) o saltarme un par de años y ver cómo está con unos años más y con el fantasma de la mortalidad acompañándolo como una sombra.


Empecé a pensar en personajes recurrentes, gente "falsa", inventada, que se vuelve verdad no sólo con su voz y sus pensamientos y peripecias sino, en el caso de éstos, por la cantidad de páginas que han sumado y por algo no menor: por mutar, madurar, envejecer. O reinventarse. Es distinto una novela con un personaje memorable donde éste vive una situación extrema o clave a una edad determinada y en un sitio equis que otra novela donde este mismo ser, más viejo, en otro entorno, con otras prisas o derrotas a su haber, debe seguir adelante.

En nuestra literatura latinoamericana, esto de los personajes recurrentes es menos común, y cuando sí regresan, lo hacen por su profesión: tienden a ser detectives como Cayetano Brulé o Heredia o están ligados a un género (el Don Rigoberto de Vargas Llosa y sus andanzas eróticas). Pareciera que retornar con un personaje tuviera algo de repetición, de falta de originalidad o de querer aprovecharse de un éxito. En la literatura latinoamericana se repiten, a lo más, familias o pueblos o ciudades inventadas: Macondo, Santa María, Río Fugitivo.



La literatura norteamericana no tiene culpa y está llena de casos de personajes que siguen. Que saltan de novela en novela. Hay algunos que, como Huckleberry Finn, han pasado de personaje secundario, a tener una voz y una novela entera. Uno podría pensar que esto de "resucitar" a un personaje que funcionó tiene algo mercantil, oportunista. Por lo que sé, buena parte de los personajes "han regresado" cuando la novela que les dio vida tuvo cierto eco, ya sea crítico o comercial. Los ejemplos son innumerables. Desde John Updike y sus dos sagas (la de Rabbit Angstrom y la del escritor Bech) a autores más pop como Bret Easton Ellis y su disfuncional familia Bateman.


Muchos autores norteamericanos claves han sido extremadamente norteamericanos y prácticos y han llevado a la práctica eso de "si no está quebrado, para qué arreglarlo". Hemingway estrujó al bueno de Nick Adams y Scott Fitzgerald escribió y escribió historias donde Pat Hobby era el centro de todo. Charles Bukowski no quiso siquiera intentar imaginar demasiado e hizo que Henry Chinaski volviera una y otra vez. Lo curioso es que, dentro de la tradición norteamericana, esto de resucitar no se ve como "una segunda parte" sino como "una oportunidad"; pues estos autores enfrentan a sus personajes no sólo a una nueva aventura sino a la edad.

Los grandes personajes recurrentes son aquellos que, cuando reaparecen, son y no son ellos mismos. Bascombe, por ejemplo, envejece casi veinte años desde que, a los 38 años, habló por primera vez: "Me llamo Frank Bascombe y soy periodista deportivo". Al final, sigue con el mismo nombre, pero con otro cuerpo, y otra profesión: corredor de propiedades. Y Paul, su aproblemado hijo adolescente que es tan clave en El día de la independencia, pasa a ser, como para muchos padres, poco menos que un personaje secundario, algo olvidado, ajeno a sus preocupaciones y acaso a sus afectos.


Al final, si han pasado tantos años, y por el personaje también pasan los años, y su entorno también cambia, ¿estamos realmente hablando del mismo personaje? Sin duda que sí: pero ya no es una serie o una continuación. Es intentar hacer algo más que crear un personaje y una voz. Lo que autores como Roth y Ford están tratando de hacer es algo casi divino: están tratando de captar, en vivo, en tiempo real, una vida.

Sunday, November 18, 2007

CAICEDO sale al mundo



He escrito en varias ocasiones de Andres Caicedo y espero seguir haciendolo. Sus escritos personales y cinéfilos me parecen sobrecogedores. Caicedo nació el 51 y se mató el 77. En Colombia, es un autor de culto que se está transformando en leyenda. Y es muy leído. Pero fuera de Colombia, es un secreto o simplmente no existe. Ahora esto va a empezar a cambiar. La meta es que Caicedo esté en todas las librerias de America Latina y, ojala, en la casa de cada cinéfilo.

Caicedo ademas fue el primer blogger de America Latina

Caicedo se presenta antes el mundo en un sitio perfecto: la FIL de Guadalajara
y su dia será el jueves 29

Actividad Norma México
Presentación de los libros Què viva la música, Ojo al cine
y El atravesado.
Participan: Rosario Caicedo, Andrés Acosta,
Alberto Fuguet y Pilar Quintana- Salón Alfredo R. Plascencia. 4-5pm.

luego, más tarde, una charla-homenaje a AC en el Café Literario de la Feria,
en la que participarán Jorge Franco, Sandro Romero (que recopiló OJO AL CINE y que acaba de sacar una suerte de biografía-memoria acerca de Caicedo). La hora?
7pm.

Recomiendo urgente leer OJO AL CINE y EL CUENTO DE MI VIDA (sus cartas de suicidio, o, al menos, sus últimas)

Saturday, November 17, 2007

el discurso de Hemingway de aceptacion al Nobel


Aposté por los Cuentos Completos de Hemingway para el Maletín. Ahora me llevaré una copia a un viaje. Me parece que es un libro clave en muchos sentidos, sobre todo para aquellos que desean escribir cuentos, guiones, periodismo y no se sienten poetas o genios. Me lei recién un libro corto y raro de Lillian Ross: un reportaje a Hemingway para The New Yorker que encontré en la Feria del Libro de Stgo a mil pesos

El genio de Hemingway fue que no escribía como un genio; escribía como un tipo de la calle
escibiría (si supiera escribir y fuera, claro, un genio)

me topé con esto: su breve discurso de aceptación al Premio Nobel
(dato de trivia: no asistió por enfermedad)

Writing, at its best, is a lonely life. Organizations for writers palliate the writer's loneliness but I doubt if they improve his writing. He grows in public stature as he sheds his loneliness and often his work deteriorates. For he does his work alone and if he is a good enough writer he must face eternity, or the lack of it, each day.

For a true writer each book should be a new beginning where he tries again for something that is beyond attainment. He should always try for something that has never been done or that others have tried and failed. Then sometimes, with great luck, he will succeed.

How simple the writing of literature would be if it were only necessary to write in another way what has been well written. It is because we have had such great writers in the past that a writer is driven far out past where he can go, out to where no one can help him.

I have spoken too long for a writer. A writer should write what he has to say and not speak it. Again I thank you.»


December 10, 1954
Estocolmo, Suecia

Wednesday, November 14, 2007

RS en RS

Road Story en la Rolling Stone, edicion chilena,
del mes de noviembre
articulo de Fco Ortega, presentador del libro y,
de alguna manera, padrino de este proyecto.
Aqui va.

La foto tomada en un tren Amtrak, cruzando Nvo Mexico, del arquitecto chileno y amigo
Jose Luis Gaete. Las otras las encontre googleando y son de Abelardo Garza, español.



Road Story
ROUTE 66

Un viaje físico y moral es el tour de force que Martínez y Fuguet proponen en su novela gráfica, partido en el cual, el cómic chileno dejó de jugar como amateur.

Por Francisco Ortega

En medio de los dimes y diretes provocados por el maletín literario, la escritora Marta Blanco opinó en Artes y Letras de El Mercurio que incluir historietas dentro del plan equivalía a inyectarle la peste negra. Blanco estiró sus juicios asegurando que el cómic era un reductor del lenguaje y que los monitos no eran más que algo ligero, intrascendente, que atentaba contra el propósito de hacer que los adolescentes y niños volvieran a leer. Pero mientras Blanco despotricaba contra los monos de tinta y papel, el dibujante Gonzalo Martínez revisaba las pruebas de Road Story, una novela gráfica inspirada en el relato del mismo nombre, incluido en el libro Cortos de Alberto Fuguet y le gustaba lo que veía.
Según se puede rastrear en la red, Road Story es un proyecto que atrae pasiones de todo tipo. Un buen porcentaje de la comunidad comiquera nacional apuntan al libro como la primera novela gráfica chilena, casi un salvavidas al 9º arte local. Otros sostienen que no hay que darle tantas glorias. La iniciativa es notable, pero definirla como la “primera novela gráfica” es pasarse por una buena parte casi medio siglo de tradición historietística, ignorando el trabajo de gente como Máximo Carvajal, Félix Vega, Themo Lobos, Mario Igor y algunos más nuevos, como Félix Vega, Jorge “Zombie” David y Fyto Manga. Lo interesante de esta geometría es que cada ángulo tiene un poco de razón: Road Story tal vez no sea la primera novela gráfica chilena como tal, pero si es la que inaugura un nuevo camino en el desarrollo local de esta forma narrativa, por decirle de alguna forma, el cómic ascendió a primera división. Es probable que sin el nombre de Alberto Fuguet de por medio, Road Story nunca hubiese visto la luz, pero eso no es condenable, todo lo contrario, es oportuno.



El propio Martínez agrega más caldo a la sopa, “hay gente que plantea que Road Story ni siquiera es una novela gráfica sino una adaptación gráfica. Respetable, pero podríamos perdernos en discusiones bizantinas al respecto. Personalmente creo que la discusión nos aleja de lo realmente importante, que es que una editorial importante se arriesgo con esta forma narrativa y eso es tremendo para todos los que llevamos años en esto del cómic”. Fuguet añade: “Más que preocuparse si es la primera lo que verdaderamente debería preocuparnos es que no se trate de la última”.




En el camino

Road Story es la historia de Simón, un chileno que ha escapado de todo. Familia, relaciones estables, trabajo. Ha traicionado, estafado, jodido, todo lo que uno piensa puede hacerse. Por eso está solo, porque eligió estarlo. Y nada mejor que buscar la soledad en un lugar en medio de la nada, donde no hay pertenencia ni lugar de arraigo. Simón cabalga sobre un sedán viejo por las carreteras del sur de Estados Unidos, cruzando el desierto y deteniéndose en pueblos fantasmas donde espera exorcisar los suyos propios. Y ese es el cuento, no hay más, no tiene que haber más. La excusa narrativa la dio Fuguet, el recorrido en imágenes, Martínez, apoyado en las eficientes tintas de Demetrio Babel. El tono blanco y negro de la historia, se replica en el estilo desarrollado, la opción no fue impuesta por un límite de recursos, fue una cuestión estética. Road Story es un cómic, una novela o un store borrad para una película independiente, el lector escoge con qué quedarse.
Aporta Martínez, “durante el año en que me dediqué a Road Story me preocupé por contar una historia. Por adaptar un cuento que me gustaba mucho, de un autor cuya obra admiro, al lenguaje del cómic o historieta o tebeo o como quieras llamarle. Me preocupé por darle vida a sus personajes, por hacer que el lector se identifique con ellos, que entienda y se emocione con su vida interior. En resumen, por “narrar”. Soy un narrador y me encanta mi pega, espero haberla hecho bien, soy responsable de ello. Eso es lo importante en una obra artística”. “Concuerdo con Gonzalo: lo importante es narrar y aquí se narro y, ojalá, podamos también emocionar, que es de lo que se trata a fin de cuentas”, cierra Fuguet.




Extraños en el paraíso

Y volviendo al inicio, los juicios de Marta Blanco contra el cómic no son más que una muestra del mayor oponente que ha tenido este arte para lograr un lugar digno dentro de las diversas manifestaciones narrativas: el prejuicio de escritores, académicos, cineastas e incluso de sus propios cultores. Todos se han encargado de reducirlo a un relleno de diarios y material desechable para escapistas. Pero como siempre hay luz al final del túnel, mucho de eso ha venido cambiando. Europa, sobre todo Francia, hace harto rato que puso al cómic de igual a igual con la llamada literatura seria. En el 2005, la revista de libros del The New York Times puso los puntos sobre las “íes”, primero al incluir un cómic de superhéroes (Watchmen) en el canon de las mejores novelas de las últimas tres décadas y luego al mencionar que los críticos literarios del semanario estaba recibiendo mejores historietas que novelas. Otro golpe a la cátedra, The Newyorker disparó a la novela gráfica Jimmy Corrigan, el Chico más llisto del mundo de Chris Ware a la altura de Ulises de Joyce, “en lo que respeta a propuesta narrativa y fórmula estética, Ware y Joyce son lo mismo”, se atrevieron a decir. Y mientras eso pasaba el top 10 de la lista de best sellers del ya mencionado The New York Times incluía por primera vez en sus primeros cinco puestos a un “libro de monitos”, Sandman; las Noches Eternas del prolífico Neil Gaiman. No es de extrañar que autores como Edmundo Paz Soldán y Rodrigo Fresán, sostengan que El Eternauta, es una pieza de literatura latinoamericana tan o más importante que 100 años de Soledad. Y desde entonces, mucha agua ha corrido bajo el puente. Aguas turbulentas, como Road Story, pero con harta más carne y condimento que la reducida visión de Marta Blanco. Puede sonar fuerte, pero sin faltar al respeto a la escritora, pararse el 2007 y decir que una historieta reduce el idioma y son solo monos, es pecar de la más penosa de las ignorancias, esa que se niega a mirar más allá del muro. Fuguet lo insiste, “ojala ocurra lo que se llama el cruce de mundos. Seria ideal que un lector-lector, un lector de libros, o un lector que me lee, pueda ingresar al mundo de las historietas y las novelas graficas vía Road Store. Y, por cierto, al revés, que alguien que consume y devora habitualmente historietas, le de una oportunidad a los libros, ya sea cuentos o relatos. No se si eso pasara pero eso seria ideal y algo digno de celebrar. Si uno lo piensa, el Portal Lyon está a un cuadra del Drugstore, donde están las librerías mas importantes de la ciudad”.

Thursday, November 01, 2007

gira caminera: ROAD STORY en Concepcion



este Martes 6 he sido invitado por la Biblioteca Central, de la USC de Concepcion, claro,
una jornada donde se hablara de cine y literatura. Espero tener tema :)
el lugar, creo, será el
Campus San Andrés

despues ante de partir lanzaré ROAD STORY a las 18 hrs
en LIBRERÍA ANTÁRTICA del MALL PLAZA EL TRÉBOL

eso