Sunday, January 28, 2007

la edad de un escritor... madura, cambia, o sigue igual...

solo mas viejo y, claro, con mas experiencia

leo a Russell Banks. me gusta. He leido Affliction, The Sweet Hereafter y Rule of the Bone
ahora todos estan leyendo Continental Drift, en castellano, aca en Chile al menos

lei un libro de cuentos suyo Success Stories y me cautivo
hace un tiempo salio este libro THE ANGEL ON THE ROOF q junta todos sus cuentos... algunos francamente notables y tragticos y solitarios

al final Banks reflexiona
lo q uno ya capto, mas o menos: q todos fueron cortados con mas o menos la misma tijera
es decir, q un escritor no cambia tanto con el paso del tiempo

un exito? un fracaso? un error? como son las cosas no mas...?



BANKS:

As this book is published, I am turning sixty, and these stories represent the best work I have done in the form over the thirty-seven years since I began trying to write in prose- at least that´s my hope. Rereading them has been like visiting my past and all-but-forgotten selves, the man I was (and was not) in my twenties, thirties, forties, and so on. To my surprise, the youth who wrote “Searching for survivors”, one of the earliest of the stories included here, although a somewhat melancholy and self-dramatizing fellow, turns out to be not significantly different than the quickly aging man who wrote the most recent “Lobster Night”. I suppose that should comfort me, but in fact it does not. It is, however, why I have arranged these stories thematically and dramatically, rather than in chronological order or by the titles of the collections in which they originally appeared. Because I was, when young, in many crucial ways the same writer I am today, I have felt free to take the old stories and set them beside the new…

Thursday, January 25, 2007

perdiendose...y mostrandose

De El Mostrador...

en rigor, la cinta se llamará PERDIDO, en singular
pero al final quizas todos estamos un perdidos y somo medios autistas
buena charla la del otro dia con Pablo Soto
aqui va:



Alberto Fuguet habla sobre su nuevo libro y su filme ''Perdidos''

por Pablo Soto A.

Su nueva cinta, que piensa rodar este año, será la sucesora de su ópera prima, ''Se Arrienda''. Pero la pasión por narrar del autor de “Por favor rebobinar”, lo lleva también de vuelta a su primer amor, la literatura, con un texto que él mismo define como ''una autobiografía fragmentada'', que decidió titular ''Apuntes autistas'' y que comentó con El Mostrador.cl.

Alberto Fuguet ya prepara su segundo largometraje. Mientras tanto sale al mercado con una nueva publicación, "Apuntes autistas".


Alberto Fuguet dice estar lejos de la novela, aquel género con el que saltó al tapete público durante principios de los 90. “Mala Onda”, “Sobredosis” y “Por favor rebobinar”, entre otros títulos, forman parte de ese pasado junto al procesador de texto.

Ahora el cine ocupa gran parte de su tiempo. Es su nueva pasión, un ejercicio que durante años realizó desde otro punto de vista, como cinéfilo, y que ahora lo traslada a la silla de director. Todo gracias a su debut en la pantalla grande con “Se Arrienda” en 2005. Su siguiente largometraje se llamará “Perdidos”, se rodará este año y se estrenará a principios de 2008. Por eso ahora comparte su tiempo entre las correcciones del guión y sus constantes viajes a Antofagasta, una de las principales locaciones donde tendrá lugar el rodaje.

Pero a pesar que el celuloide es su nueva pasión, Fuguet no puede desligarse de la tinta y el papel. De ahí que acabe de publicar un nuevo libro, que no es una novela propiamente tal y tampoco un compendio de cuentos. Mucho menos un poemario o algo por el estilo. Por eso el escritor y cineasta decide llamar a su nueva publicación simplemente así, “un libro”.

“No tengo nada en contra de las novelas”, dice en entrevista con El Mostrador.cl. “Pero creo que de vez en cuando hay tiempo para todo y creo que ahora las cosas están cambiando y que puedo experimentar”.

Un experimentación que radica básicamente en su trabajo cinematográfico, pero que también encontró un punto de inflexión en “Apuntes autistas”, una especie de memoria o autobiografía temprana donde Fuguet se autodenomina como tal, un autista, un freak.

“Las novelas son disfraces, son un cúmulo de mentiras para encontrar una verdad. Ahora mi lado más “mentirosillo” lo estoy usando más en el cine, porque el cine es absolutamente mentira”, cuenta el autor de “Tinta Roja.

-¿De dónde proviene este relato tan diferente a trabajos anteriores como “Mala Onda o “Tinta Roja”?
-Este libro no estaba mentalmente preparado. Ya había gastado mucha energía, que yo llamo “energía de la mentira”, en la fabulación y por eso decidí escribir un libro en primera persona que no era mentira.

Resumen anticipado y fragmentado

"Apuntes autistas" se define, a medida que se avanza en la lectura, como un compendio de experiencia personales, viajes, crónicas y encuentros casuales e intencionales. Una autobiografía en clave, como reza la tapa de esta publicación, que presenta al lector una declaración de principios, un remix emocional, en un texto que habla sobre un crítico de cine que se transforma en escritor y sobre un autor que sueña con filmar.

-Si este libro no es una novela o una autobiografía, entonces ¿qué es?
-Reconozco que no tengo idea que es este libro, creo que lo más cómodo es definirlo como un libro. Me encantaría que se pudiera leer, no sé si como una novela, pero si que se pudiera leer de una vez, por ejemplo.

Al Fuguet de hoy, ¿le cuesta más hacer una novela que una película?
-Obviamente hacer un película, por todo lo que implica una realización de ese tipo, cuesta muchos más, porque es trabajo duro. Pero a la hora de escribir una película, sí, siento que es más fácil.

-¿Se podría definir como una memoria anticipada?
-Sí, podría ser, de alguna manera, pero más bien como una memoria fragmentada, porque también considero que las partes autobiográficas como “yo nací en el pueblo tanto”, son lateras. Siento que más que una autobiografía es un compendio de las cosas que me gustan, que yo pienso o que me interesan.

-De alguna forma, ¿era un anhelo personal la publicación de este libro?
-No sé si tenía tantas ganas de escribirlo hace un tiempo. Nació más como una prueba de salvación, porque cuando empecé a hacer cine me di cuenta que me convenía tener un libro en el computador para poder desahogarme un poco mientras estaba filmando o metido en todos esos procesos de producción de “Se Arrienda” o “Malta con Huevo”, que es otra película en la que trabajo pero no como director, sino como productor.

-¿Cuál era entonces la necesidad de escribir este libro?
-Me di cuenta que necesitaba regresar a mi estado autista y esconderme. Esa fue la motivación central, poder hacer un libro mientras no podía hacer un libro, porque para escribir de manera tradicional, es necesario abandonarlo todo y alejarse del mundo y en este caso no ocurrió eso. Durante ese período estuve rodeado de mucha gente, iba a estar hablando hasta por los codos, viajando y en ese sentido el libro se transforma en una bitácora de lo que viví.

''Odio la palabra generacional''




Con los años, Alberto Fuguet ha ido dejando de lado la connotación que durante un tiempo tuvo su literatura: textos que coincidían más con las nuevas generaciones. Sin embargo, y a la luz del desarrollo de su trabajo, parece que aquella convicción, vinculada más bien la crítica, no era acertada, según afirma el autor.

Fuguet no tiene empachos para decir que detesta el término “generacional”, un elemento con el que antes fue vinculado y del cual reniega, ya que su relación con el lector y particularmente en “Apuntes autistas”, es diferente, dice. “La palabra generacional la odio”.

-¿Por qué tanto resquemor con ese término?
-Porque esa palabra es muy peligrosa, siempre tiene que ver como con jóvenes y yo tengo 42. Por eso, más que hablar de generación, es una forma de ver la vida, tener cosas en común y en ese sentido creo en la existencia de una gran comunidad de autistas.

-¿Tiene que ver más con un tema de convicciones?
-Exacto. Por ejemplo alguien que lee “Apuntes autistas” y le gusta, algo de autista debe tener. Por ejemplo, yo conozco a un montón de gente que iba en el mismo colegio o de la universidad que yo y que no tienen nada que ver conmigo y no tengo nada que hablar con ellos, simplemente no enganchas, no significa que los odies, pero no pertenecen a tu comunidad.

-¿Ese ejemplo se traslada a los lectores de alguna manera?
-En el fondo, la relación que hay entre los artistas y el público, en este caso los lectores, se basa en convicciones y en formas similares de ver el mundo, más que de generación. En ese sentido me niego a aceptar que mi libro es “generacional”, sino que representa mi forma de ver la vida y somos muchos los que la vemos así el mundo. No muchos, pero somos hartos.

”Perdidos” en Antofagasta


Afiche oficial de "Se Arrienda", debút cinematográficos de Fuguet.
Antofagasta y Tocopilla son los escenarios que Alberto Fuguet escogió como locaciones para rodar su segundo largometraje.

“Perdidos”, nombre del filme, está basado en el libro titulado "El empampado Riquelme", de Francisco Mouat, que narra historia sobre gente que se pierde y de perderse uno en la vida, tema en el que Fuguet ha manifestado profundo interés y que además le permitirá regresar a las letras, pues a pesar de que ahora el cine es lo suyo, la literatura simplemente parece un adicción incurable.

Hablamos de “Missing”, un nuevo libro próximo a salir a la venta y que se relaciona con el tema central de su nueva cinta, demostrando que el tema es el favorito de este escritor, a pesar de que las historias, tanto de la película como del libro, son totalmente diferentes.

-¿En qué parte del proceso de filmación se encuentra la película?
-Bueno, en la parte que implica leer el guión, rescribirlo, locacionando y viendo dónde situar el contexto de la película, en la imaginación o en la realidad. De eso se trata “Perdidos” y además integra este libro. A fin de cuentas es como un especie de combo (cuenta con humor).

-¿Por qué esa apreciación tan post-modernista del “combo”? ¿Podría ser simplemente un trabajo o experiencias artísticas paralelas?
-Es que yo lo veo como algo muy parecido. Ahora estoy muy enganchado con el tema de perderse, en todo sentido, y siento ganas de expresar aquello tanto visual como literariamente. Uno tiene que hacerse cargo de los temas que a uno le interesan y eso quiero aprovecharlo al máximo.

Wednesday, January 24, 2007

feria viña: 2030 --autismo social



aunque el titulo indica q no deberia ser nada, al final cedi y haremos algo sencillo
una conversacion entre dos locales (Hector Soto y Alvaro Bisama) en la Feria de Viña
Libertad con 2 Norte (creo)

ya el libro esta circulando, ya se ha leido y parece que se entiende y conecta.

Sunday, January 21, 2007

hablando de autismo en la revista de libros...



HABLA EN EXCLUSIVA SOBRE "APUNTES AUTISTAS", SU NUEVO LIBRO

Fuguet sin alarmas

Domingo 21 de enero de 2007

No es una novela ni un conjunto de relatos; tampoco son ensayos. O quizás todo lo anterior, pero remezclado con la lucidez de la pausa y el sosiego luego de una fuerte exposición pública. Alberto Fuguet prefiere definirlo como libro a secas, con todo lo que el papel aguanta, incluyendo la historia de Carlos, su tío perdido.


PATRICIO JARA

Fuguet lo sabe. Ya no quedan estacionamientos gratis. Ni en las calles ni dentro de la fotografía que ilustra la portada de Apuntes autistas, su nuevo libro. Una imagen tomada por él mismo y que funciona como obertura de ésta, tal vez su obra más personal, escrita en un periodo de mucho movimiento, de mucho viaje y exposición por sus proyectos cinematográficos. Es una foto de vehículos cerrados, quietos. La tomó en el aeropuerto LAX de Los Ángeles, California. Autos estacionados en el sitio donde los aviones levantan el vuelo y se pierden. Fuguet advirtió el detalle tal como ha advertido otros; por ejemplo, decidir que algunas cosas en su carrera como escritor estaban de más. Por eso los estacionamientos no son gratis. Aunque él ya encontró el suyo.

- En vez de andar rajado por la Kennedy - dice; luego se queda un momento en silencio, probablemente recordando- . Me gustó la idea de ese auto solo, arriba, en penumbra. Lo personalicé. Porque también lo veía libre, respirando. Los otros estaban guardados.

Apuntes autistas (Epicentro), será presentado el próximo sábado 27 en la feria del libro de Viña del Mar y, aunque para muchos el contexto lo amerite, no habrá show. Ya no más. Simplemente sabe que puede no hacerlo y pasar, que no es tan necesario. Razones tiene. Aquí van dos:

La primera fue en 1996, para la presentación de Tinta roja, aquella novela que, pensaba, lo llevaría a sacudirse de motes y etiquetas tan incómodas como injustas por sus libros anteriores. Pero bastó una frase de cuatro palabras aparecida en el diario La Época para que todo patinara. "Mala onda con pebre", decía.

- Pensaba que iban a decir "ahora Fuguet es de los nuestros", porque era un libro distinto, pero no resultó. Entonces me liberé y dije: "escriba lo que escriba, ya estoy frito; mejor hago lo que quiero".

La segunda es de mayo de 2002; la portada de la revista Newsweek y él en el centro, solo, anunciado como Latin literature's new look. Esperaba un artículo mediano, en el que apareciera más gente, pero fue al revés. Lo apuntaban como el líder de la pandilla. Alberto recuerda que salió de su oficina y bajó al último nivel del estacionamiento subterráneo a buscar su auto.

- Quería salir, arrancar. Empecé a subir rápido y en una curva giré mucho. Hice tira el espejo y rayé entero todo un lado.



AL COSTADO DEL MUNDO

Hoy es su primera entrevista a propósito de éste, su noveno libro. Y lo aclara de entrada: es un libro; no son cuentos ni crónicas. O tal vez sí, pero revueltos. Apuntes autistas está dividido en cuatro segmentos que reflejan su vocación: viajar, mirar, leer y narrar. Es todo lo que soporta un libro, todo lo que aguanta el papel. Cerca de 50 textos y casi 400 páginas.

- Cada vez me interesa más hacer libros en los que no tengo tan claro de qué se tratan. Ya sé dónde llegué; conozco las aguas en que me muevo. En muchas cosas ya perdí. Nunca voy a tener la plata de Isabel Allende, la fama de García Márquez ni el respeto de no sé quién. Me di cuenta de que no necesito cuatro casas ni tres autos. Puedo ganarme la vida en otras cosas. Tengo cierta cantidad de lectores, hay países donde mis libros han funcionado; así puedo llegar a acuerdos de mutuo respeto y publicar cosas que no son comerciales y tomar riesgos.

Apuntes autistas es ese riesgo. Uno más. Pero Fuguet juega hacia delante y recuerda una frase de su amigo Rodrigo Fresán: "los ricos lloran pero no leen y eso nunca lo vamos a lograr. Los lanzamientos están creados para seducirlos, y el objetivo final es aparecer en la vida social".

Ya le pasó con Cortos, su libro de relatos de portada blanca.

- Debutó en el ranking en el puesto nueve y eso fue todo. Pero es un libro que quiero harto, tuvo buena crítica.

Y le pasó antes con Dos hermanos, la bitácora de la cinta del mismo nombre que escribió y produjo.

- ¡Tuvo más público que la película!

- Muchos han pedido que te definas entre escritor o cineasta. En este libro das varias luces.

- Sí, y quizás la explicación está en la globalidad de estos apuntes. Y no fue premeditado. Surgió como un hallazgo; me di cuenta de que soy un narrador, por eso me encantaría que todos mis libros fueran libros a secas. Éste lo siento muy cercano a Primera parte, el compilado periodístico, pero fue un acto de memoria, como recordando esos raros peinados nuevos. Era salvar los textos de la hoguera. Ahora escribí sin saber qué saldría. No hubo selección, hubo una opción.

- Ya pasaron los diez años de "Mala onda", también de "Tinta roja".

- Y Sobredosis tiene 16.

- La edad de varios personajes que hay dentro.

- Es bonito eso. Aunque ellos van creciendo y apareciendo en otros libros.

- "McOndo" también ya cumplió una década. Muchos piensan que harto de ese prólogo terminó dándoles la razón.

- No quiero entrar en ese tema. Te respondo "puede ser".

- ¿No se va a reeditar? Te lo han pedido.

- Jamás... sobre mi cadáver. No voy a pisar el palito. Y ahora Ignacio Echevarría saca un libro en que aparece una crítica dura. Me da lata. Yo no puedo hacer nada, salvo no meterme de nuevo en eso ni menos dar mi versión de las cosas. Se han quedado pegados en una polémica que no viene al caso. Aunque en algún grado sí tienes razón... ganamos, pero es de muy mal gusto andar demostrando la victoria. Y si perdimos, no nos vamos a automutilar en público. No somos huevones.

Dentro de Apuntes autistas hay un Fuguet más reposado, pero no menos vehemente. Las terminales nerviosas del libro las agrupa un breve texto titulado "Más". En éste echa fuera sus impresiones sobre el rol de escritor, sobre su rol de escritor: "Y una vez que se tradujo tu librito, ¿cómo analizas el triunfo? ¿Contabilizando las ventas o las críticas? Qué sucede si un autor sale en alemán pero es destrozado en Der Spiegel. ¿Importa?".

Y luego complementa en directo:

- Los libros no son sushi, no duran cuatro días. Cada vez que nace alguien, cada vez que alguien aprende a leer, los libros tienen una nueva oportunidad. En una época acepté que los míos llevaran franjas rojas tipo séptima edición, ¿pero qué significa séptima edición? Se confunde harto entre compradores y lectores. Es posible conquistar compradores. Pero sólo una vez.

- Has sido uno de los pocos que ha hablado frontalmente de la mafia amarilla de Anagrama, esa suerte de club de autores exclusivos y libros caros.

- Porque es un escándalo y refleja lo aspiracionales que somos. Si los libros nuestros costaran 24 lucas te apuesto que seríamos más respetados. La otra vez alguien me preguntó si con todo lo que he hueveado a Jorge Herralde, yo publicaría en Anagrama. Para qué. Antes tal vez habría cambiado mi pelo y estaría arrasando en las librerías cool. ¿Y qué pasa si te lee alguien que trabaja en un supermercado o en una farmacia? ¿Eso está mal? Además, digamos la verdad: la diferencia de calidad entre los libros grises y amarillos es abismal.



PERDIDO

Hace años que Fuguet tiene una tarjeta pegada en su tablero. Dice "El libro de Carlos". Carlos es Carlos Fuguet, su tío desaparecido en 1984. Vivía en Baltimore, Maryland y, de pronto, nada. No más. Ni en su trabajo ni en su casa. La historia, o al menos su inicio, está concentrada en "Perdido (Missing)", el último texto del volumen. Comienza así: "Esto es un caso real y los nombres no han sido modificados para proteger a los inocentes porque no hay inocentes. Supongo que todos somos culpables, de una u otra manera".

- ¿No sentiste pudor al contar esta historia familiar?

- El pudor no es escribir sobre cosas personales, sino que otros las lean. Siempre hay gente perdida en mis libros, personajes que vuelven y crecen.

- Pero aquí hay nombres y apellidos.

- Para mí esto no es nuevo; para mi familia, tampoco. Pero debes optar; no puedes andar pidiendo permiso. Además, hace tiempo saben que entre ellos hay un escritor. Y si una familia produce un escritor, algo malo hay ahí.

- Caramba.

- Es verdad, me da risa cuando veo a mamás de escritores jóvenes orgullosas y yo, de puro pesado, me acerco y les digo: "felicitaciones, pero algo hicieron ustedes, algo ocurrió para que les saliera un escritor".

- En "Perdido" dices cosas fuertes sobre tu familia.

- Chuta, vas a hacer que me arrepienta... es muy importante no darse mucha cuenta de lo que uno está escribiendo, si no, no puedes hacerlo. Yo nunca voy a poder dañar más a mi familia de lo que ya la dañé. Pero ahora todo es más positivo, es más sumar que restar. Es mucho peor que tu gente trate de leer entre líneas e intente ver quiénes son. Así funciona, incluso con un libro de cavernícolas. ¿Por qué la mamá cavernícola hace eso? ¿Por qué el hermano cavernícola hace lo otro? La memoria trabaja con puntos de vista más que con mentiras. Es como yo veo las cosas y es mucho más limpio.

- La historia de tu tío se ha extendido a otras historias.

- Y a otros temas, también. Me atrae mucho cómo Estados Unidos se ha construido con la idea de que la inmigración es buena. Eso que si uno emigra va a mejorar y el mundo también, no es tan así. Es probable que termines peor que cuando partiste. Tal vez no económicamente... pero mi tío es víctima de gente que quiso tener un mundo mejor. ¡Y cuántos han muerto porque alguien quiso cambiar el mundo o querer una vida mejor! Hay que tener cuidado con eso.

- "Perdido" es un concepto más allá de este relato.

- Creo que la mayoría de la gente que se pierde, en realidad, huye. En Chile, la palabra perdido lleva una carga negativa. No sólo es desaparecer, sino ser un perdedor. Y ser una perdida es aún más bajo.

Bajo. Como los estacionamientos subterráneos de los que a veces cuesta salir. Fuguet bien lo sabe.

Friday, January 19, 2007

como funciona x dentro un escritor: mas del discurso de PAMUK

sale un libro y es inevitable tener que promocionarlo. No es que no quiera. Pero hay límites y límites. Ni tanto, ni tan poco. Lo complicado de hablar de tu libro nuevo no es tanto hablar sino tener que tratar de expresar lo inexpresable. Cada vez capto que no se nada del proceso, o si si, es reconfuso, y lo que te preguntan tiene mas que ver con las dudas que con respuestas contundentes. en todo caso, todo bien. Lo bueno de conversar con la prensa es que te enfrentas a un lector

como es casi imposible hablar sobre literatura, o del proceso creativo, creo
lo que mejor es escribir sobre aquello. No se puede danzar sobre arquitectura. Si uno pudiera resumir por que escribe o por que escribio tal cosa, no lo haria. Daria esa respuesta

dudad de Pamhuk acerca de como opera esos friks autistas que se dedican a crear




MY FATHER’S SUITCASE
by ORHAN PAMUK
The Nobel Lecture, 2006.

I am now going to speak of the meaning of that weight: that weight is what a person creates when he shuts himself up in a room and sits down at a table or retires to a corner to express his thoughts—that is, the weight of literature…

…A writer is someone who spends years patiently trying to discover the second being inside him, and the world that makes him wh he is. When I speak of writing, the image that comes first to my mind is not a novel, a poem, or a literary tradition; it is the person who shuts himself up in a room, sits down at a table, and, alone, turns inward. Amid his shadows, he builds a new world with words. This man—or this woman—may use a typewriter, or profit from the ease of a computer, or write with a pen on paper, as I do. As he writes he may drink tea or coffee, or smoke cigarettes. From time to time, he may rise from his table to look out the window at the children playing in the street, or, if he is lucky, at trees and a view, or even at a black wall. He may write poems, or plays, or novels, as I do But all these differences arise only after the crucial task is complete—after he has sat down at the table and patiently turned inward. To write is to transform that inward gaze into words, to study the worlds into which we pass when we retire into ourselves, and to do so with patience, obstinacy, and joy…



The writer’s secret is not inspiration—for it is never clear where that comes from—but stubbornness, endurance… …If a writer is to tell his own story—to tell it slowly, and as if it were a story about other people—if he is to feel the power of the story rise up inside him, if he is to sit down at a table and give himself over to this art, this craft, he must first be given some hope. The angel of inspiration (who pays regular visits to some and rarely calls on others) favors the hopeful and the confident, and it is when a writer feels most lonely, when he feels most doubtful about his efforts, his dreams, and the value of his writing, when he thinks that his story is only his story—it is at such moments that the angel chooses to reveal to him the images and dreams that will draw out the world he wishes to build. If I think back on the books to which I have devoted my life, I am most surprised by those moments when I felt as if the sentences and pages that made me ecstatically happy came not from my own imagination but from another power, which had found them and generously presented them to me…

…Now, many years later, I understand that this discontent is the basic trait that turns a person into a writer. Patience and toil are not enough: first, we must feel compelled to escape crowds, company, the stuff of ordinary life, and shut ourselves up in a room. The precursor of this sort of independent writer—one who reads to his heart’s content, who, by listening only to the voice of his own conscience, disputes others’ words, and who, by entering into conversation with his books, develops his own thoughts and his own world—was surely Montaigne, in the earliest days of modern literature. Montaigne was a writer to whom my father returned often, a writer he recommended to me. I would like to see myself as belonging to the tradition of writers who—wherever they are in the world, East or West—cut themselves off from society and shut themselves up in their rooms with their books; this is the starting point of true literature…

…But once we have shut ourselves away we soon discover that we are not as alone as we thought. We are in the company of the words of those who came before us, of other people’s stories, other people’s books—the thing we call tradition… …But literature is never just a national concern. The writer who shuts himself up in a room and goes on a journey inside himself will, over the years, discover literature’s eternal rule: he must have the artistry to tell his own stories as if they were other people’s stories, and to tell other people’s stories as if they were his own, for that is what literature is…

…To write, to read, was like leaving one world to find consolation in the otherness of another, in the strange and the wondrous. I felt that my father had read novels in order to escape his life and flee to the West—just as I did later…

…What is happiness? Is happiness believing that you live a deep life in your lonely room? Or is happiness leading a comfortable life in society, believing in the same things as everyone else, or, at least, acting as if you did? Is it happiness or unhappiness to go through life writing in secret, while seeming to be in harmony with all that surrounds you?

…For me, to be a writer is to acknowledge the secret wounds that we carry inside us, wounds so secret that we ourselves are barely aware of them, and to patientl explore them, know them, illuminate them, own them, and make them a conscious part of our spirit and our writing.

A writer talks of things that we all know but do not know that we know. To explore this knowledge, and to watch it grow, is a pleasurable thing; the reader visits a world that is at once familiar and miraculous. When a writer uses his secret wounds as his starting point, he is, whether he is aware of it or not, putting great faith in humanity. My confidence comes from the belief that all human beings resemble one another, that others carry wounds like mine—and that they will therefore understand. All true literature rises from this childish, hopeful certainty that we resemble one another. When a writer shuts himself up in a room for years on end, with this gesture he suggests a single humanity, a world without a center…

…What literature most needs to tell and to investigate now is humanity’s basic fears: the fear of being left outside, the fear of counting for nothing, and the feeling of worthlessness that comes with such fears—the collective humiliations, vulnerabilities, slights, grievances, sensitivities, and imagined insults, and the nationalist boasts and inflations that are their next of kin. . . . Whenever I am confronted by such sentiments, and by the irrational, overstated language in which they are usually expressed, I know that they touch on a darkness inside me… …All this should remind us that writing and literature are intimately linked to a void at the center of our lives, to our feelings of happiness and guilt.

(© The Nobel Foundation, 2006.)

Saturday, January 13, 2007

otro libro en el estante: APUNTES en librerias a partir del martes

OK-- listo

buen dia ayer: pasar x la editorial y encontrarme con el libro
pense que estaría listo el lunes pero CYC imprime rápido y bien

nada..
q puedo decir: otro libro en el estante y una sensación de relajo y calma
me gustó como quedó, me gustó hacerlo, fue algo importante:
libro correcto en el momento correcto
(o momento incorrecto)



el libro estará en librerias mas o menos a partir del martes
no hare mucha prensa o presentaciones (salió un adelanto en la Rolling Stone de enero) xq estaré en cualquier parte menos aquí. Se presentará el sabado 27 de enero, a las 20:30, en la Feria de Viña, todo bien, esa feria me gusta.



hojeándolo, encontré algunos "motes" que se arreglarán en la segunda edición (si es que hay)
pero nada---
nunca escribi un libro tan urgente, tan de prisa...
la rapidez no era tanto para llegar (a una posible meta o fecha) sino arrancar de un monstruo llamado
GENTE, VIAJES,PRODUCCION y LOGISTICA

asi que nada...

no se mucho más que decir excepto
LISTO