Friday, January 11, 2008

VEO o LEO? Pre-estreno en QUE LEO

el PRE-ESTRENO de UNA VIDA CRITICA será el próximo jueves, 17 de enero, a las 19 horas, en la libreria QUE LEO de Providencia esq Las Urbinas.


aqui el recuadro del artículo que salió la semana pasada en Qué Pasa q cuenta algo del making of de este esperado libro

Alberto Fuguet:
“Este libro es una larga obsesión”

Tres años estuvo trabajando Alberto Fuguet en el libro “Una vida crítica”, aunque reconoce que la idea le daba vueltas hace dos décadas. Lo curioso es que quien debía ser su mejor aliado, no siempre hizo las cosas fáciles: el propio Héctor Soto, autor de las críticas de cine que aquí se recopilan, se mostraba incómodo con el libro e incluso se refería a él como “esta tontera”. Esta es la historia de cómo, pese a las adversidades, las viejas obsesiones pueden tener final feliz.

Por Patricio De la Paz

Sin dudarlo ni un segundo, Fuguet dice que éste es el primer libro que se le ocurrió hacer en su vida. Porque siendo adolescente se dio cuenta de lo mucho que le gustaban los libros sobre películas, después que su abuelo -allá por 1978- le regalara “Cine Sonoro Norteamericano”. “En el fondo era como el imdb.com de esa época”, recuerda, entre risas. Por eso, cuando después supo de la existencia de Héctor Soto -primero leyó sus críticas y después lo conoció en persona como parte de una tesis de cine-, Fuguet tuvo clarísimo de que ahí había material para cumplir la idea que arrastraba hace años. Un libro con los textos de Soto se le metió entonces en la cabeza. Hace exactamente 20 años y mucho antes que pensara siquiera en escribir “Sobredosis”.

“Por eso, si me dijeran cuál es el primer libro que yo concibo, articulo y creo, es éste. Es una larga obsesión”, reconoce Fuguet. Así, con la colaboración del periodista Christian Ramírez en la edición, se puso hace tres años a trabajar en serio en este libro y a reunir los textos cinéfilos de Soto repartidos en muchos medios de prensa durante cuatro décadas. Fueron largas jornadas de visitas a la Biblioteca Nacional, de sacar fotocopias, de llamar a distintas revistas y diarios para escarbar en sus centros de documentación.

Héctor Soto, entre tanto, se mantenía distante del proyecto. Si bien les pasó algunos archivos que él guardaba de sus textos y les mandó por mail la lista de todos los medios en que había escrito, se mostraba escéptico de que la tarea llegara a puerto. “Se van a terminar lateando, no hay nada bueno, es puro papel crujiente” les decía. O les machacaba que “ese tipo de libros sólo podía interesarle a gente con mucho tiempo libre o muy poca vida interior”.
Pese a los malos augurios, Fuguet y Ramírez siguieron adelante. “Si bien no nos había celebrado ni apoyado, tampoco nos había cerrado la puerta, y eso lo tomamos como una señal”, explica el autor de “Mala onda”. Y recuerda que durante todo este tiempo, a veces recibía llamados telefónicos en los cuales “don Héctor”, como lo llama en una mezcla de respeto y cariño, le preguntaba pudoroso si aún seguía interesado “en esta tontera”.
Y la “tontera” iba tomando forma. Según cuenta Fuguet, lograron recolectar todo, o casi todo, lo que ha escrito Soto sobre cine. El material era tanto, que debieron aplicar necesariamente una selección. “Yo quería ponerlo todo, porque aquí actué absolutamente como fan”, reconoce Fuguet, sin culpas. Pero eso era imposible por extensión y porque había temas que se repetían en distintos textos. entonces, entonces se optó siempre por el mejor logrado. De todo lo reunido, finalmente quedó un tercio: unas 230 críticas, las cuales se distribuyeron en las 498 páginas que tiene “Una vida crítica”. El nombre del libro, según Fuguet, es muy acertado: “Es una biografía en clave; una biografía no autorizada que cuenta con la bendición de su autor, quien aquí va registrando lo que siente que es importante en la vida, en las películas, en la historia”.

En los años 70, Soto no escribió sobre la cinta “El padrino”, que dio inicio a la saga de tres partes que después se haría tan famosa. Según consigna Fuguet en la introducción del libro, Soto no lo hizo sencillamente porque en ese tiempo le pareció sólo “otra cinta de gángsters”. Como forma de remendar la equivocación, le propusieron escribir un texto especial para este libro, donde se pusiera al día con esa trilogía dirigida por Coppola. Soto aceptó, pero dilataba la entrega. Tanto, que Fuguet pensó que ya no contaría con eso. Hasta que un día, no hace mucho tiempo y después de una cena donde Soto sólo se dedicó a hablar contra el libro, éste lo sorprendió preguntándole hasta cuándo podía esperarlo con este ensayo. Fuguet supo, entonces, que habían entrado por fin en la recta final. Contento, le mandó por celular un mensaje de texto a Christian Ramírez, su socio en esta aventura. Allí escribió: “El águila ha aterrizado”.