Friday, April 20, 2007

rumbo a Bogota--3x1



de EL TIEMPO de Bogota...
rumbo, y retorno, a Colombia, el pais de Gabo, de Andrés Caicedo, de grandes librerias, de grandes lectores
con CORTOS, APUNTES y, de yapa, SE ARRIENDA

El escritor chileno Alberto Fuguet presenta su primera película y dos libros

El autor de la novela 'Tinta roja', de particular verbo afilado,sorprende ahora con el filme 'Se arrienda'.

Fuguet no se edita cuando habla. Dice lo que dice y sólo sobre la marcha lo arregla, lo mejora y termina acuñando frases para enmarcar o, también, para meterse en líos.

Su naturaleza viaja a toda velocidad. Fuguet escribe, Fuguet filma, Fuguet produce un blog, Fuguet dirige recopilaciones, Fuguet no para.

Esta semana llega a Colombia con un triple lanzamiento: sus libros Cortos y Apuntes autistas, y su primer filme Se arrienda, materia con la que comienza esta charla.

"Es difícil hablar sobre esa película -dice-, porque estoy superinvolucrado en una nueva, que comenzaré a filmar en septiembre. Como con los libros, en las películas la parte más importante sucede antes de que salgan. Uno no filma mucho, máximo durante un mes. La preproducción es más larga. Por lo tanto, siento que ya estoy filmando mi segunda película".

El autor de Tinta roja habla sin aspavientos, con una sinceridad provocadora. No quiere embaucar al inocente con verdades parciales porque para Colombia, Se arrienda es una novedad.

Su incursión en el cine era un paso obvio. En el pasado ese fue uno de sus temas favoritos y una de sus mejores novelas se titula Las películas de mi vida.

El libro es un proyecto individual, mientras que el cine es algo colectivo. ¿Qué significa pasar de un lenguaje a otro?

Sin duda el libro es más solitario, pero no hay que ser tan dogmáticos. El cine es colectivo, pero las decisiones más importantes se toman en solitario.

¿El editor también juega un papel importante en un libro?

"Su oficio se parece mucho al montajista del cine. Y en algunas ocasiones uno hecha de menos en la literatura la labor del productor, que es la persona que a veces uno odia pero es la que te está cuestionando la creación".

Es difícil mantener en un solo sitio a este chileno, pero hay que ubicarlo en los otros asuntos que lo convocan por estas tierras: sus libros Cortos y Apuntes autistas.

"Cortos es un libro para mí antiguo, un trabajo más intimista. Apuntes autistas es un experimento al que le tengo mucha vibra. Es una especie de memoria de blog, de crónicas, de apuntes, de reseñas, de confesiones. Son cosas que estaba escribiendo y revisando mientras estaba haciendo la película. Inventé un libro ideal para alguien que no tiene tiempo para escribir y que le gustaría".

¿Cómo sabe cuando una idea es un libro o una película?

"No tengo esa disyuntiva, tengo una doble militancia. Elijo cuando veo que el proyecto necesita muchas palabras, entonces es un libro. Si la puedo contar con no tantas quizás sea una película. Por lo tanto, Se arrienda pudo ser una mala novela".

Volviendo a la literatura, ¿qué paso con la generación 'Mc Ondo'?

"No la veo como una generación. El boom se trató de de definir como una generación y creo que toda la gente que los estaba mirando los veía así. Aplicar eso ahora es un error. Han pasado tantas cosas a nivel de informática,de cambios tecnológicos, de libertades personales, de fluidez y de mezcla que ya no se puede hablar de generaciones.

"Mc Ondo nunca fue una idea de crear una generación. Fue una forma de burlarme de la gente que imita a García Márquez y de lo que los gringos querían imponernos.

"Ahora, si uno mira por la prensa todo lo que sucedió en Cartagena, eso es una escena muy Mc Ondo".

¿Por qué?

"Creo que se les pasó la mano. Eso no fue realismo mágico fue un bombardeo mediático y posmoderno. Fue como hacer un entierro de una persona que todavía no está muerta. Es Mc Ondo porque aparece gente muy despierta para hacer negocio y dice: 'aprovechemos esta marca y mejoramos la economía'".

Lo dicho, Fuguet habla y se edita después. Aunque no se desdice nunca. "De McOndo lo más importante fue el prólogo y reventar el globo del realismo mágico, del cual muchos estaban hastiados. Creo que estuvo bien".

ANDRÉS ZAMBRANO D.
EDITOR DE CULTURA