Sunday, September 14, 2008

algo nada de cómico


Ha muerto -se colgó, que es no es extactamente lo mismo pero al final lo es- David Foster Wallace. Tenía 46 años.

Está empezando a aparecer mucha info en la red

Exageraría al decir que se me ha venido el mundo abajo pero igual me impresiona:
un escritor que he leído y conocido (charlamos hace 10 años en DC y me firmó mi ejemplar de A Supposed Fun Thing...). Fue uno de los primeros interesados en la cultura pop que fue tomado en serio y que se tomó en serio. A veces exageró (¿Infinite Jest era una broma?) pero sus ensayos y crónicas y cuentos "raros" demostró que se podía experimentar sin que todo fuera un experimento.

el otro día sin ir más lejos, al usar unos pies de páginas en mi libro nuevo, pensé en él, lo cité y dejé de llenar el texto de pie de páginas...


DFW quizás inventó el pie de página y sus pañuelos en el pelo y poleras fueron, claramente, el disfraz que usó para enfrentarse al mundo


aun sé poco por qué lo hizo y eso es ya una historia en sí...

me impresiona y me entristece y nada, quizás ser escritor es -en efecto- una profesión peligrosa;
lo que no puedo dejar de pensar es que en USA lo es más: ser famoso en USA es bailar con el diablo y pocos, muy pocos, se salvan.

es curioso y raro pero cdo un autor joven se mata -no muere x accidente o enfermedad- lo primero q me pregunto es a donde se van sus historias? ya no tenía? ya no queria contar más?
ya no le servía contar y narrar más?

alguien una vez me dijo: hay 2 tipos de autores, aquellos que escribiendo se van salvando de a poco y otros que, x el contrario, se van consumiendo a poco.

DFW-- descansa en paz; ya no tendrá que escribir más




UPDATE --15 de sept:

todo lector es, de alguna manera, un detective que busca pistas. los escritores dejan
muchas pistas en sus textos y, de alguna manera, un lector atento puede leer entre líneas. En el caso de DFW, no todo lo que dijo respecto al suicidio fue entre líneas.

Por ejemplo:

Three years ago, David Foster Wallace delivered the commencement address at Kenyon College:

“Adults who commit suicide with firearms almost always shoot themselves in the head,” he told the graduating seniors. “They shoot the terrible master.”



En un cuento de Oblivion escribió:

“The person in whom . . . agony reaches a certain unendurable level will kill herself the same way a trapped person will eventually jump from the window of a burning high-rise.”


cita de una entrevista:

“We all suffer alone in the real world. True empathy’s impossible. But if a piece of fiction can allow us imaginatively to identify with a character’s pain, we might then also more easily conceive of others identifying with our own. This is nourishing, redemptive; we become less alone inside. It might just be that simple.”