El pasado es como un pais extranjero...
Hace poco leí LA ERA OCHENTERA. Tal como dice Cristian Barros, este libro, que uno creería divertido y saturado de trivia, se vuelve casi siniestro. Creo que debe leerse como un libro de historia. Es lo que es. Contardo y García ingresan por la ventana de la cultura pop y se encuentran con, para citar a Germán Martín, "el palacio de la risa". Pensé que, al leerlo, lo pasaría bien, una suerte de máquina del tiempo por mi juventud, pero todo es bastante escalofriante. Quizás lo que más me impactó fue la parte de los comerciales. Que mal quedan aquellos publicistas y cineasta que inventaron campañas siniestras. Me acuerdo, de niño, lo simpática que me pareció el aviso de COMPRATE UN AUTO, PERICO. Ahora, al leer el libro, capto lo que de verdad estaba debajo de ese mensaje. ¿Qué sentirán Nissim Sharim y Delfina Guzmán? ¿De verdad creyeron que estaban simplemente haciendo un aviso?
Recomiendo el libro. Dato extraño: al final del libro, me topé conmigo mismo, reporteando para la Revista del Domingo la subcultura New Wave. Me enviaron a cubrir Matucana y El Trolley, lugares que ya conocía. Los autores extractan una frase de ese artículo y, al leerla, capto que en esa frase, escrita en el diario, en 1987, surgieron dos títulos de los cuentos que formaron mi primer libro. Me cito:
"Los que no los quieren dicen que son muertos vivientes, que deambulan por la orilla oscura, que son autodestructivos, que no creen en el futuro, que son la generación abortada...".
Raro. Cuando Planeta me planteó editar mis cuentos dispersos por ahí, consideré que el título correcto era DEAMBULANDO POR LA ORILLA OSCURA, pero al final ellos optaron por algo más preciso y comercial: SOBREDOSIS. Ojalá hubiera tenido más poder o fuerza para haber persistido por el título que yo quería pero bueno....
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